Por: Pablo Concha*
Después
de dar a luz, una mujer siente un dolor intenso, irreconocible, y debe
obligarse a realizar su función de madre, pero es difícil porque el desánimo y
la desconexión la constriñen. Una chica utiliza una red social para tener
encuentros sexuales fortuitos con la esperanza de que un día toda la
insatisfacción que experimenta, resulte en algo bueno. Una mujer empieza a
perder la sensibilidad en su cuerpo, quizá por el entorno congelado donde se
encuentra, quizá por el vacío que siente luego de su última relación, mientras
intenta realizar su trabajo. Un paréntesis en la vida de una entusiasta del
ejercicio mientras espera el resultado de un examen médico que podría cambiar todo
radicalmente. Otra mujer hace un recuento de la lista de los órganos de su
difunta amante que serán donados a la ciencia, mientras dilata al máximo el
momento de irse de la morgue. Una chica que no puede dejar de oír las críticas
y reproches de la presencia fantasmal de su mejor amiga de la infancia. Otra
cree que sus senos son el órgano más noble, por los nutrientes que cargan y la
vida que dan. Historias como estas y muchas más hacen parte del libro Cuerpos: veinte formas de habitar el mundo
(Seix Barral, 2019), antología editada por Paula
Marulanda que cuenta con nombres respetados de la literatura colombiana
como Melba Escobar, Paola Guevara, Andrea Salgado, Juliana
Muñoz Toro y otros emergentes como Lina
Tono, Alejandra Omaña, Mariángela Urbina y Valentina Calvache. Dada la diversidad
de autoras y sus respectivas influencias, los cuentos varían en tono, estilo y
ambición narrativa, pero todos toman el cuerpo como elemento de partida para
indagar sobre la experiencia femenina dentro de la vida moderna.
de dar a luz, una mujer siente un dolor intenso, irreconocible, y debe
obligarse a realizar su función de madre, pero es difícil porque el desánimo y
la desconexión la constriñen. Una chica utiliza una red social para tener
encuentros sexuales fortuitos con la esperanza de que un día toda la
insatisfacción que experimenta, resulte en algo bueno. Una mujer empieza a
perder la sensibilidad en su cuerpo, quizá por el entorno congelado donde se
encuentra, quizá por el vacío que siente luego de su última relación, mientras
intenta realizar su trabajo. Un paréntesis en la vida de una entusiasta del
ejercicio mientras espera el resultado de un examen médico que podría cambiar todo
radicalmente. Otra mujer hace un recuento de la lista de los órganos de su
difunta amante que serán donados a la ciencia, mientras dilata al máximo el
momento de irse de la morgue. Una chica que no puede dejar de oír las críticas
y reproches de la presencia fantasmal de su mejor amiga de la infancia. Otra
cree que sus senos son el órgano más noble, por los nutrientes que cargan y la
vida que dan. Historias como estas y muchas más hacen parte del libro Cuerpos: veinte formas de habitar el mundo
(Seix Barral, 2019), antología editada por Paula
Marulanda que cuenta con nombres respetados de la literatura colombiana
como Melba Escobar, Paola Guevara, Andrea Salgado, Juliana
Muñoz Toro y otros emergentes como Lina
Tono, Alejandra Omaña, Mariángela Urbina y Valentina Calvache. Dada la diversidad
de autoras y sus respectivas influencias, los cuentos varían en tono, estilo y
ambición narrativa, pero todos toman el cuerpo como elemento de partida para
indagar sobre la experiencia femenina dentro de la vida moderna.
¿Qué
le exige el mundo a una mujer? ¿Qué hace su experiencia diferente? ¿Cómo esa
marea de emociones influye en su forma de actuar? Los veinte cuentos dejan
vislumbrar parte de estas respuestas, a la vez que nos plantean otros
interrogantes: ¿Qué sucede si la maternidad no es lo más maravilloso que se
pueda experimentar?, ¿tiene menos valor una mujer que sienta eso? ¿Y si el
deseo no fuera lo único que incitara el sexo? ¿Y si la madre amorosa no es el
modelo ideal para alcanzar la felicidad? ¿Cómo vivir cuando no se teme a la
muerte? ¿Y si la voz de la conciencia suena mejor como la amiga adorada de la
infancia que como uno mismo?
le exige el mundo a una mujer? ¿Qué hace su experiencia diferente? ¿Cómo esa
marea de emociones influye en su forma de actuar? Los veinte cuentos dejan
vislumbrar parte de estas respuestas, a la vez que nos plantean otros
interrogantes: ¿Qué sucede si la maternidad no es lo más maravilloso que se
pueda experimentar?, ¿tiene menos valor una mujer que sienta eso? ¿Y si el
deseo no fuera lo único que incitara el sexo? ¿Y si la madre amorosa no es el
modelo ideal para alcanzar la felicidad? ¿Cómo vivir cuando no se teme a la
muerte? ¿Y si la voz de la conciencia suena mejor como la amiga adorada de la
infancia que como uno mismo?
Como
en la gran mayoría de libros de relatos, hay historias que tienen más fuerza y
perduran en la mente del lector (Tierra húmeda
de Alejandra Omaña, Retorno de Andrea Mejía, La lista de tus
órganos de Lina Parra, Interiores de Valentina Calvache;
otras, más experimentales, dan énfasis a la prosa y a un lenguaje poético (Cununo de Dayana Zapata); unas pocas utilizan un tono divertido que encubre
ligeramente alguna problemática social delicada (Pink lady de Lina Tono, Placeres necesarios” de Mariángela
Urbina)… cada lector elegirá sus favoritos. Lo que es innegable es que Cuerpos contiene muchas voces que de
ahora en adelante deberíamos tener muy presentes en nuestro radar literario.
en la gran mayoría de libros de relatos, hay historias que tienen más fuerza y
perduran en la mente del lector (Tierra húmeda
de Alejandra Omaña, Retorno de Andrea Mejía, La lista de tus
órganos de Lina Parra, Interiores de Valentina Calvache;
otras, más experimentales, dan énfasis a la prosa y a un lenguaje poético (Cununo de Dayana Zapata); unas pocas utilizan un tono divertido que encubre
ligeramente alguna problemática social delicada (Pink lady de Lina Tono, Placeres necesarios” de Mariángela
Urbina)… cada lector elegirá sus favoritos. Lo que es innegable es que Cuerpos contiene muchas voces que de
ahora en adelante deberíamos tener muy presentes en nuestro radar literario.
Hemos
invitado a la editora Paula Marulanda,
responsable de compilar esta antología, a responder unas preguntas en este
espacio dedicado a los libros y las letras:
invitado a la editora Paula Marulanda,
responsable de compilar esta antología, a responder unas preguntas en este
espacio dedicado a los libros y las letras:
−¿Cómo nace la idea de
hacer este libro?
hacer este libro?
Desde
hace un tiempo siento una curiosidad enorme por el cuerpo humano. Me parece un
concepto difícil, fascinante de explorar. Pienso, además, que muchas mujeres
construimos relaciones complejas con nuestros cuerpos. Mis inquietudes sobre
este tema me llevaron a preguntarme qué narrativas sobre el cuerpo de la mujer
surgirían si les pidiera a distintas escritoras que escribieran un relato de
ficción alrededor de las experiencias que lo atraviesan.
hace un tiempo siento una curiosidad enorme por el cuerpo humano. Me parece un
concepto difícil, fascinante de explorar. Pienso, además, que muchas mujeres
construimos relaciones complejas con nuestros cuerpos. Mis inquietudes sobre
este tema me llevaron a preguntarme qué narrativas sobre el cuerpo de la mujer
surgirían si les pidiera a distintas escritoras que escribieran un relato de
ficción alrededor de las experiencias que lo atraviesan.
−¿Cómo se hizo la
selección de las autoras y los cuentos de esta antología?
selección de las autoras y los cuentos de esta antología?
En
un principio quise que el libro incluyera relatos de escritoras colombianas de
distintas generaciones: de los cuarenta a los noventa. Con algunos colegas
pensamos en voces que nos interesaban de cada generación. Sin embargo, cuando
comencé a contactarlas me di cuenta de que debía dejar de lado ese criterio
porque no a todas les interesaba participar o no podían aceptar la invitación
en ese momento. Comencé a editar el libro con trece escritoras maravillosas.
Más tarde noté que a la antología le hacían falta ciertos temas y estilos
narrativos. Quería más contraste, así que convoqué a siete más. Algunas autoras
tenían escrito un relato que encajaba en la antología, pero la mayoría lo
escribió por encargo.
un principio quise que el libro incluyera relatos de escritoras colombianas de
distintas generaciones: de los cuarenta a los noventa. Con algunos colegas
pensamos en voces que nos interesaban de cada generación. Sin embargo, cuando
comencé a contactarlas me di cuenta de que debía dejar de lado ese criterio
porque no a todas les interesaba participar o no podían aceptar la invitación
en ese momento. Comencé a editar el libro con trece escritoras maravillosas.
Más tarde noté que a la antología le hacían falta ciertos temas y estilos
narrativos. Quería más contraste, así que convoqué a siete más. Algunas autoras
tenían escrito un relato que encajaba en la antología, pero la mayoría lo
escribió por encargo.
−La mayoría de
escritoras incluidas en este libro son relativamente contemporáneas; por
decirlo de alguna forma nuevas voces. ¿Fue una decisión consciente no incorporar ningún nombre importante o con mucha
trayectoria en la antología?
escritoras incluidas en este libro son relativamente contemporáneas; por
decirlo de alguna forma nuevas voces. ¿Fue una decisión consciente no incorporar ningún nombre importante o con mucha
trayectoria en la antología?
Como
dije antes, también quise incluir a escritoras con más trayectoria pero al
final el proyecto tomó otro rumbo. Más allá de eso, disfruto mucho y considero
importante el trabajo con las voces emergentes.
dije antes, también quise incluir a escritoras con más trayectoria pero al
final el proyecto tomó otro rumbo. Más allá de eso, disfruto mucho y considero
importante el trabajo con las voces emergentes.
−En el libro
encontramos una multiplicidad de voces, géneros y estilos; están las escritoras
que han publicado algunas novelas, las que han trabajado literatura infantil,
otras cuya primera publicación es esta. ¿Qué tan arriesgado fue para usted como
editora llevar a cabo este proyecto?
encontramos una multiplicidad de voces, géneros y estilos; están las escritoras
que han publicado algunas novelas, las que han trabajado literatura infantil,
otras cuya primera publicación es esta. ¿Qué tan arriesgado fue para usted como
editora llevar a cabo este proyecto?
Todo
proyecto editorial es un riesgo. Me interesaba que esta antología fuera una
suerte de plataforma de conversación entre escritoras con diferentes perfiles.
Creo que esa pluralidad de voces y estilos enriquece el libro. Quien lo lea
tendrá la posibilidad de conocer distintas miradas y registros.
proyecto editorial es un riesgo. Me interesaba que esta antología fuera una
suerte de plataforma de conversación entre escritoras con diferentes perfiles.
Creo que esa pluralidad de voces y estilos enriquece el libro. Quien lo lea
tendrá la posibilidad de conocer distintas miradas y registros.
−¿Hay alguna escritora
que le hubiera gustado incluir en el libro pero no pudo hacerlo por algún motivo?
que le hubiera gustado incluir en el libro pero no pudo hacerlo por algún motivo?
Claro, a las que invité y no participaron. También otras
que se me quedaron por fuera.
que se me quedaron por fuera.
−¿Cuál es el tipo de
lector que espera se acerque a Cuerpos:
veinte formas de habitar el mundo?
lector que espera se acerque a Cuerpos:
veinte formas de habitar el mundo?
Un lector o lectora que disfrute leer relatos, que se haga
preguntas sobre el cuerpo o que quizás esté interesado en descubrir o leer a
más escritoras colombianas contemporáneas. Ojalá lo lean hombres y mujeres.
Algunas lectoras me han comentado que es un libro que sienten cercano, que es
como si oyeran hablar a la hermana, la prima, la tía, la amiga. Es una
oportunidad para que los hombres descubran otras dimensiones de los cuerpos de
las mujeres y algunas formas en que los habitamos.
preguntas sobre el cuerpo o que quizás esté interesado en descubrir o leer a
más escritoras colombianas contemporáneas. Ojalá lo lean hombres y mujeres.
Algunas lectoras me han comentado que es un libro que sienten cercano, que es
como si oyeran hablar a la hermana, la prima, la tía, la amiga. Es una
oportunidad para que los hombres descubran otras dimensiones de los cuerpos de
las mujeres y algunas formas en que los habitamos.
−Para usted, como
editora, ¿qué es lo que hace interesante a un escritor/escritora?
editora, ¿qué es lo que hace interesante a un escritor/escritora?
Creo
que mucho sí está en la mirada. Una mirada auténtica, honesta, íntima. Y en la
gracia particular con la que el escritor o la escritora narra el universo que
configura. Me gustan los escritores y las escritoras que capturan lo que está ahí, y por más cotidiano que sea, no vemos;
los que logran que nos detengamos a observar lo que simplemente podría pasar
inadvertido. Esos libros que nos proporcionan pequeñas revelaciones. También
está, claro, esa sensibilidad especial para nombrar lo que es complejo y se
escapa del lenguaje.
que mucho sí está en la mirada. Una mirada auténtica, honesta, íntima. Y en la
gracia particular con la que el escritor o la escritora narra el universo que
configura. Me gustan los escritores y las escritoras que capturan lo que está ahí, y por más cotidiano que sea, no vemos;
los que logran que nos detengamos a observar lo que simplemente podría pasar
inadvertido. Esos libros que nos proporcionan pequeñas revelaciones. También
está, claro, esa sensibilidad especial para nombrar lo que es complejo y se
escapa del lenguaje.
Escritor
colombiano, autor del libro de cuentos de terror Otra Luz (2017). Colaborador literario de la revista Libros &
Letras.
colombiano, autor del libro de cuentos de terror Otra Luz (2017). Colaborador literario de la revista Libros &
Letras.