Un poema para este día internacional del ambiente
Por: Luis Fernando García Núñez / Colombia.
Solo un árbol, al final del túnel,
un árbol sin aliento y sin donaire.
Todo ha sido arrebatado y talado
para abrir una mina de oro
y una de estaño.
Todo ha sido demolido y destruido
para llevar a los bancos los mil kilos
para enriquecer a los podridos,
a los poderosos y bandidos.
Se llevaron todo, el viento y el rocío,
se llevaron las abejas y las mariposas,
las flores y los manantiales.
Se llevaron la vida por mil dólares
y nos quedaron solo los sueños
y los dolores de tanto desastre.
Se llevaron la vida por mil dólares
y nos dejaron el hambre y la sequía,
nos dejaron el dolor y la tristeza
y a los niños sin destino y sin letras.
Nos dejaron una poesía vacía
y unos poetas sin conciencia.
Todo fue arrebatado para cumplir
un mandato infame, fumigar y hacer fracking.
Nos dejaron sin versos y sin palabras
y nos destruyeron la inmensidad del mar,
y la selva con sus aromas y sus ruidos,
y los bosques y los lagos.
Nos quitaron la dignidad de los días
y los bombardearon en las calles
del dilema y de la justicia.
Nos arrebataron la razón de nuestra protesta
e incendiaron con sus humillaciones
las mil palabras felices del árbol.
Solo un árbol al final del túnel.
📷 Foto flor: Periodismo Sin afán.