1928, Virginia Woolf es invitada a dar una serie de charlas sobre las mujeres y
la novela. Lejos de cualquier dogmatismo, planteó la cuestión desde un punto de
vista realista y valiente. A la pregunta «¿Qué necesitan las mujeres para
escribir buenas novelas?» solo cabía dar una respuesta: independencia económica
y personal, es decir, una habitación propia. Hacía nueve años que se le había
concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer. Publicado
originalmente hace casi un siglo, se ha convertido en un clásico contemporáneo
de la literatura feminista.
Una
habitación propia se ha convertido en un clásico contemporáneo gracias a las
nuevas generaciones de lectoras, que siguen encontrando en sus páginas un texto
lúcido y de absoluta vigencia sobre muchas de las dificultades a las que se
enfrentan las mujeres hoy en día. A partir de la impecable traducción de Laura
Pujol, la presente edición, revisada y prologada por Elena Medel y bellamente
ilustrada por Sara Morante, está pensada para convertirse en la lectura más
completa y definitiva del texto de Woolf que inspire a nuevas generaciones de
lectoras, al menos, durante otros cien años.
«Una
habitación propia recoge dos conferencias pronunciadas por Virginia Woolf
durante el otoño de 1928, según la propuesta de varias sociedades estudiantiles
de la Universidad de Cambridge: el 20 de octubre intervino en una actividad
organizada por la Newnham Arts Society en el Newnham College, y el día 26 de
ese mismo mes en otra que impulsó el club Odtaa en la sede del Girton College.
Ambos eran colegios femeninos —el Girton fue el primero que admitió a mujeres,
el Newnham el segundo—, fundados por mujeres que habían militado en el
feminismo y el movimiento sufragista: la presencia de Virginia Woolf tenía
mucho de ideológico, tanto por el contenido de sus intervenciones como por su
peso simbólico como modelo —una mujer independiente y brillante, de éxito— para
las alumnas.
Ya
con el título mítico de Una habitación propia, el libro se puso a la venta en
Reino Unido el 24 de octubre de 1929, editado por Hogarth Press con un diseño
de sobrecubierta de Vanessa Bell; en la misma fecha se distribuyó también en
Estados Unidos por Harcourt, Brace & Co, aunque The Fountain Press se
anticipó tres días con una edición de la obra limitada y numerada. La autora
transformó en texto escrito para ser leído aquel(los) texto(s) escrito(s) para
ser escuchado(s): la prosa de Una habitación propia conserva la energía de la
voluntad oral, se recorre a un tempo distinto al de sus novelas, exhibiendo el
mismo cuidado y la misma precisión».
Tomado
del prólogo.
Virginia Woolf
Hija
del conocido hombre de letras sir Leslie Stephen, Virginia Woolf nace en
Londres el 25 de enero de 1882 y vive desde su infancia en un ambiente
densamente literario. Al morir su padre, Virginia y su hermana Vanessa dejan el
elegante barrio de Kensington y se trasladan al de Bloomsbury, más modesto y
algo bohemio, que ha dado nombre al brillante grupo formado alrededor de las
hermanas Stephen. En 1912 se casa con Leonard Woolf y juntos dirigen la
editorial Hogarth Press. El 28 de marzo de 1941, la genial novelista sucumbe a
la grave dolencia mental que la aqueja desde muchos años atrás y se suicida
ahogándose en el río Ouse. Además de Las olas (1931), Virginia Woolf fue autora
de novelas tan importantes como El cuarto de Jacob (1922), La señora Dalloway
(1925), Al faro (1927), Orlando (1928), Los años (1937) y Entre actos (1941).