¿Cómo crear un club de lectura dinámico y perdurable? Este libro tiene las claves

Muchos
de nosotros hemos intentado crear un club de lectura, pero con el tiempo este se
desvanece y las ganas de sus integrantes por continuar en él quedan a la mitad
de camino. Este fue uno de los motivos que impulsó a la escritora y editora Rosa García Perea (Sevilla, 1965) para
publicar el libro Manual del club de
lectura
(
Almuzara) que distribuye Ediciones Urano en Colombia.


Rosa García Perea. Foto: cortesía
Por: Ileana Bolívar* / Bogotá.

En esta obra la autora analiza las razones del por qué falla un club de
lectura y explica, de forma muy práctica, qué es un club de lectura, cómo crearlo, qué tipos
de clubes de lectura existen, qué lecturas se deben hacer, qué hace
falta para que perdure, cuáles son los lugares adecuados para las reuniones, qué
papel cumple un moderador y cómo las nuevas tecnologías han transformado los
clubes de lectura, entre otros temas.
García Pérea recuerda que su
primer acercamiento con la lectura fue a los siete años de edad cuando su hermana
mayor le presentó el libro 
Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain.  A partir de ese momento quedó cautivada y
nunca ha dejado de leer.
Inicia
su trayectoria literaria en 1992 quedando finalista en el Premio Nacional de
Narrativa “Punto de Encuentro” de Uruguay, con el libro El Caleidoscopio. Su obra abarca poesía, cuento y novela y ha
impartido durante años talleres de creación literaria y creatividad poética, y ha organizado jornadas de fomento a la lectura para niños y para
adultos.
La
autora española formó su primer club de lectura en 1999 junto con tres amigos. Y
lo que comenzó como un juego con el tiempo se consolidó en un gran grupo apasionado por los libros.
En la actualidad co-dirije el Club de Lectura y Debate Monipodio, que nació en
el Ateneo de Sevilla hace unos seis años.
-¿Qué razones la llevaron a publicar el Manual del club de lectura?
Durante
estos años he visto formarse muchos clubes de lectura que duraban pocos meses.
Unos por inexperiencia, otros por falta de un moderador… el caso es que muchas
personas venían a preguntarme por qué les sucedía esto. Y pensé que sería bueno
ofrecer mi experiencia.
-¿Cuáles son los problemas que más encuentra en los
clubes de lectura?
Principalmente
la mala elección del lugar de encuentro de las reuniones, y la mala elección de
los títulos a leer. Y eso al final se resume en la falta de un moderador que
organice todo. También a veces hay que seleccionar bien a los integrantes y
pedirles un compromiso serio. Que asistan y que lean las obras. Es poco pero
absolutamente esencial.
-¿Cómo un club de lectura ayuda a formar
lectores y qué tipo de lectores?
La
puesta en común con otros lectores es muy motivadora. De hecho hay muchas
personas que se inscriben en un club de lectura para obtener el hábito de la
lectura. La unión hace la fuerza, y en la lectura más. Y el tipo de lectores
que consigue un club de lectura es el lector con afán de superación. Con ganas
de subir el nivel de sus lecturas.
-¿Cómo ve la evolución que han tenido los
clubes de lectura? ¿Conoce experiencias latinoamericanas?
Cada
vez proliferan más grupos de personas que se reúnen para comentar sus lecturas.
Quizás sea que cada vez hay más necesidad de comunicarnos, en una sociedad
tremendamente poli-informada pero más individualista. No conozco de primera
mano la situación latinoamericana, pero sí por buenos amigos de allí, y veo con
felicidad que ocurre lo mismo.
-¿Actualmente cómo han transformado estos clubes
nuestra relación con la lectura?
La
lectura nació como un acto social. No se leía para uno mismo, se leía en voz
alta para los demás. Sin embargo, en un momento dado la lectura se convirtió en
un acto íntimo y personal. Y con los clubes de lectura nos encontramos con una
situación mixta. Por un lado tenemos una relación íntima con nuestro libro, y
después se convierte en algo social al debatir sobre él con el resto del grupo.
Además, una vez terminada la reunión, te das cuenta de que has enriquecido esa
relación, porque tienes diferentes puntos de vista de esa historia. Es algo
mágico.
-¿En qué momento los roles como el del
bibliotecario o el librero pasaron de ser simples guardianes de los libros a
actores activos en los hábitos de lectura?
A
partir de los años 80 nos empezamos a concienciar que las bibliotecas no son
simples habitaciones con anaqueles de libros. Y comienzan a realizarse
actividades, rompiendo el silencio. Así mismo en las librerías comienza a pasar
lo mismo. Aparecen grandes establecimientos con espacios para dinamizar la
relación con el libro.
-¿Qué recomendaciones hace a los padres que
quieren iniciar a sus hijos en la lectura?
Los
niños aprenden imitando a sus padres. Lo principal es que lean ellos, para que
sus hijos vean cotidiana la lectura. Además les aconsejo que un grupo de padres
creen un club de lectura para niños, desde los dos años. En los que al
principio serán los padres los que lean para ellos, pero poco a poco se irá
convirtiendo en algo más. En el libro explico cómo.
-Cuando no se cultiva el hábito de la
lectura desde niños en la adultez es más difícil acogerla, ¿qué se debe tener
en cuenta en un club de lectura para la tercera edad?
Hay
que saber escoger lecturas que les interesen. A esa edad la capacidad de
concentración es menor, por lo que hay que atinar con los títulos. Funciona muy
bien una fórmula de club de lectura de abuelos y nietos, para conocer el pasado
y analizarlo a través del futuro. Es algo precioso.
-¿Cómo ve la labor que hoy realizan los jóvenes
desde sus canales de youtube y en las redes sociales?
Yo
veo en las redes sociales, y en los canales de Youtube una herramienta
magnífica para un club de lectura. De hecho es una de las fórmulas que propongo
en el libro: el club de lectura virtual. Hay muchos youtubers e instagramers
que hacen recomendaciones interesantísimas de sus lecturas. Es el nuevo
universo de nuestros jóvenes, y el nuestro también ¿por qué no? Así que hay que
caminar en él.
-¿Por qué no recomienda hacer relecturas en
los clubes?
Porque
va en contra del espíritu del propio club. Nos reunimos para comentar lo que
hemos sentido leyendo una obra en el mismo contexto de espacio y tiempo.
Además, el club debe ser motivador, debe animar a encontrar nuevos retos. La relectura es una de las causas por las
que un club pierde sus miembros.
-¿Lo bueno y lo malo de las nuevas
tecnologías en los hábitos de lectura?
Lo
bueno es que te brinda la comodidad de la lectura en cualquier espacio y en
cualquier momento. En mi caso, leo mucho en el transporte público a través de
una aplicación de mi teléfono móvil. Y además, soy una gran consumidora de
audiolibros, porque me deja libertad de movimientos mientras realizo otras
tareas.
Y
lo malo, que el tacto y el olor del papel no se puede conseguir a través de una
pantalla…

Título: Manual del club de lectura
Autora: Rosa García Perea
Editorial: Almuzara (Distribuye Ediciones Urano en Colombia)
Páginas: 128

*En twitter: @ileana_Bolívar




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