El escritor argentino y colaborador de Libros & Letras Pablo di Marco, hace una reflexión de la nueva obra de Gardeazábal, publicada por Ediciones UNAULA.
¿Por qué sigue escribiendo un autor que ya alcanzó la gloria? ¿Cómo se
reinventa un escritor cuyos textos ya son clásicos de la literatura de su
tierra? Son preguntas que bien podría hacerse cualquier lector incauto ante la
publicación de Las guerras de Tuluá,
el nuevo libro de Gustavo Álvarez Gardeazábal.
reinventa un escritor cuyos textos ya son clásicos de la literatura de su
tierra? Son preguntas que bien podría hacerse cualquier lector incauto ante la
publicación de Las guerras de Tuluá,
el nuevo libro de Gustavo Álvarez Gardeazábal.
La
respuesta es sencilla: Gardeazábal sigue escribiendo porque la misión y condena
de todo autor de raza consiste en explorar sus
obsesiones hasta el último día de su vida. ¿Y cuáles son las obsesiones de
Gardeazábal? Sus lectores —que de
incautos tenemos muy poco— las conocemos muy bien, por los tanto agradecemos
la llegada de su nuevo libro, un sutil y a la vez descarnado racconto de la violencia colombiana.
respuesta es sencilla: Gardeazábal sigue escribiendo porque la misión y condena
de todo autor de raza consiste en explorar sus
obsesiones hasta el último día de su vida. ¿Y cuáles son las obsesiones de
Gardeazábal? Sus lectores —que de
incautos tenemos muy poco— las conocemos muy bien, por los tanto agradecemos
la llegada de su nuevo libro, un sutil y a la vez descarnado racconto de la violencia colombiana.
Desde
que pisé por primera vez Colombia en 2012 que intento comprender cómo es
posible que uno de los pueblos más acogedores del planeta no haya hecho otra
cosa más que despellejarse con la mayor
de las crueldades. Desplazados, hambreados, desaparecidos… Todos los países tienen
su historia de violencia, ¿pero por qué Colombia no logra ponerle coto a tanto
odio? A Gardeazábal pareciera carcomerlo
la misma pregunta, ya que en Las guerras
de Tuluá busca la respuesta siglos atrás —“cuando los tiempos no eran
tiempos”— hasta alcanzar la actualidad. Y lo hace a
través de veinte relatos protagonizados por un puñado de personajes que abarcan
todo el caleidoscopio de la miseria y la violencia, pero también del amor y el coraje
del que puede ser capaz el ser humano. Conquistadores españoles y generales
maquiavélicos, obispos y mulatas despampanantes, alcaldes de Tuluá y aspirantes
a actrices, condenados a muerte y fusilados que vuelven a la vida, las primeras
bicicletas y las primeras guerrillas, orgías y fosas, enamorados e infieles, héroes
y verracos… Gardeazábal se vale de una variedad de recursos literarios y
estilísticos que solo pueden ser fruto de una vida dedicada a la escritura para
extraerle a sus obsesiones hasta su última gota de sangre y verdad.
que pisé por primera vez Colombia en 2012 que intento comprender cómo es
posible que uno de los pueblos más acogedores del planeta no haya hecho otra
cosa más que despellejarse con la mayor
de las crueldades. Desplazados, hambreados, desaparecidos… Todos los países tienen
su historia de violencia, ¿pero por qué Colombia no logra ponerle coto a tanto
odio? A Gardeazábal pareciera carcomerlo
la misma pregunta, ya que en Las guerras
de Tuluá busca la respuesta siglos atrás —“cuando los tiempos no eran
tiempos”— hasta alcanzar la actualidad. Y lo hace a
través de veinte relatos protagonizados por un puñado de personajes que abarcan
todo el caleidoscopio de la miseria y la violencia, pero también del amor y el coraje
del que puede ser capaz el ser humano. Conquistadores españoles y generales
maquiavélicos, obispos y mulatas despampanantes, alcaldes de Tuluá y aspirantes
a actrices, condenados a muerte y fusilados que vuelven a la vida, las primeras
bicicletas y las primeras guerrillas, orgías y fosas, enamorados e infieles, héroes
y verracos… Gardeazábal se vale de una variedad de recursos literarios y
estilísticos que solo pueden ser fruto de una vida dedicada a la escritura para
extraerle a sus obsesiones hasta su última gota de sangre y verdad.
Volviendo a mi pregunta inicial, ¿por qué sigue escribiendo un autor que
ya alcanzó la gloria? Ya lo respondimos: porque esa es la misión y condena de
todo escritor de raza. Pero intuyo que tal vez haya una razón más. Gardeazábal
sigue escribiendo porque, a pesar de sus críticas e ironías, ama a Colombia
como pocos. Y ha llegado a la conclusión que no hay mejor herramienta que su
pluma para desentrañar, juzgar, y al fin comprender las falencias de su querida
y desangrada tierra.
ya alcanzó la gloria? Ya lo respondimos: porque esa es la misión y condena de
todo escritor de raza. Pero intuyo que tal vez haya una razón más. Gardeazábal
sigue escribiendo porque, a pesar de sus críticas e ironías, ama a Colombia
como pocos. Y ha llegado a la conclusión que no hay mejor herramienta que su
pluma para desentrañar, juzgar, y al fin comprender las falencias de su querida
y desangrada tierra.
Título: Las guerras de
Tuluá
Tuluá
Autor: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Ediciones UNAULA
Colección: Gustavo Álvarez Gardeazábal
ISBN: 9789588869995
188 páginas
Pablo di Marco
Desde Buenos Aires trabaja vía internet en la corrección de estilo de cuentos y novelas. Autor de las novelas Las horas derramadas, Tríptico del desamparo y Espiral. Colaborador de la editorial Ojo de Poeta y columnista de la revista cultural Libros & Letras.
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