Por: Natalia Escallón Liévano / Bogotá.
En nuestro día a día cada vez estamos más ocupados, tenemos un cerro de cosas por hacer y poco tiempo para pensar y hacerlas. A duras penas nos tomamos un café frente al computador mientras revisamos los correos y se nos pasan así los días uno tras otro. Es por esto que deberíamos añadirle una cosa más a nuestra rutina, hacer arte.
Las personas que saben dibujar, pintar, o tocar un instrumento musical despiertan gran admiración y deseo de poderlo hacer también. Cuántos no hemos soñado con poder tocar bien la guitarra o pintar esa obra maestra que podríamos ver colgada en la sala.
Tomarse unos minutos para detener el tiempo y dedicarse a hacer una actividad artística nos ayuda a tener una mente más sana y bajar nuestros niveles de estrés sin mencionar una recarga de creatividad. Muchas veces nos detenemos cuando tenemos ya el lápiz en la mano porque creemos que no tenemos talento para hacer una pieza “linda”, pero esto es un concepto aprendido, lo lindo es subjetivo, lo que está bien y mal en el arte también lo es, y ese sentimiento de poder creativo al final del ejercicio es la mejor recompensa de todas.
El arte detiene el tiempo. Te permite estar aquí y ahora mientras tocas mundos de ensueño. Cuando dibujas las cosas que están a tu alrededor, las aprecias tal y como son. Inténtalo antes de continuar leyendo. Toma un lápiz y cualquier papel que tengas a la mano, puede ser un recibo, y dibuja la primera cosa que veas. Es simple, no permitas que te llenen la cabeza los prejuicios e inseguridades. Hazlo ahora a tu manera y que no te lleve más de dos minutos.
Si comienzas a cultivar el hábito del dibujo de forma cotidiana comenzarás a ver de qué manera comienza a fluir tu habilidad creativa y tu calidad del dibujo mejorará, pero eso realmente no es lo más importante, te sentirás cada vez más conectado a tu mundo y eso sí que es un gran cambio. Comenzarás a entender las pasiones de los pintores de la historia y cómo éstas movían su vida.
Es muy fácil decir “no tengo tiempo” pero realmente si tenemos un montón de minutos perdidos a través del día para hacer este tipo de actividades, mientras esperamos una cita, o que nos sirvan comida en un restaurante o en medio de los comerciales del noticiero. Cada minuto es una oportunidad de creación y de esta manera puedes explorar lo que más te apasione; el dibujo, la escritura, la pintura puede ser cualquier cosa. Desempolva o invierte en una libreta que puedas tener a la mano y algo con qué garabatear y ponte manos a la obra. Te darás cuenta que el arte es el terapista más económico que hay.
Imagen tomada de http://kingofwallpapers.com/paint.html
Sígala en
Facebook: Natalia Escallón Lievano Instagram: @nataliaescallonlievano