Por: Pablo Di Marco / Especial para Libros & Letras / Buenos Aires, Argentina.
Tal vez aún sea temprano para saber si la presidencia de Donald Trump será una excepción o una continuidad sui generis de las usuales políticas estadounidenses. Lo que es innegable es que a apenas un cuarto de siglo de la caída del muro de Berlín, buena parte de la sociedad norteamericana ha elegido un presidente cuya principal promesa de campaña fue levantar un muro que divida a su país de México.
Para reflexionar sobre los desencantos, temores y esperanzas que hoy cercan a los Estados Unidos (y también a buena parte del mundo) conversé con Aaron James, doctor en Filosofía de la Universidad de Harvard y autor de una de las más recientes publicaciones de editorial Malpaso: Trump, ensayo sobre la imbecilidad.
—Fenómenos como el de Trump, Chávez o Berlusconi (a pesar de sus diferencias) no surgen de la nada sino como respuesta a años de desencanto. ¿Cuánta responsabilidad tuvo el gobierno de Barack Obama en el ascenso de Donald Trump?
A.J.: En mi opinión el gobierno de Obama no tuvo mucha responsabilidad, aunque tal vez sí haya cometido el error de alimentar ciertos sentimientos de desconfianza que en los Estados Unidos tienen una larga historia. Una vez que se hizo evidente que, contrariamente al contrato social estadounidense, los salarios se mantendrían estancados y la economía no crecería al ritmo esperado, los marginados buscaron explicaciones y se encontraron culpando a los no blancos o a los inmigrantes.
A.J.: Trump cultiva muy bien esa característica que tantos resultados le ha dado. Definitivamente pienso que nadie debe dar por sentado que las elecciones intermedias le significarán una derrota ya que el viento no está en su contra. Incluso si la pérdida es menos grave de lo esperado, esto podría ser visto como una victoria que lo envalentonará en la dirección de más autoritarismo y menos democracia.
A.J.: Sí, esto es posible y es un pensamiento aterrador. Aunque el poder judicial, las protestas y, en última instancia, los votantes, pondrán resistencia (como ya han empezado a hacerlo). Pero realmente es posible que Trump termine gobernando a los Estados Unidos así como Putin lo hace con Rusia, y eso significaría el fin de la democracia norteamericana, o al menos su desfiguración profunda. Creo que los estadounidenses y el mundo deberían estar muy preocupados.
A.J.: No, no creo que estemos condenados. Y lo afirmo porque el posible fracaso de la presidencia de Trump puede resultar una fuerza importante para la decencia y la democracia. Pero el hecho de que tanta gente haya estado dispuesta a votarlo a pesar de la tajante falta de respeto por ciertos valores morales básicos, demuestra que la cultura política estadounidense se ha degradado profundamente.
A.J.: Lo llevaría a cualquier café al que concurra la clase trabajadora. Y le preguntaría si realmente cree que con sus políticas podrá ayudar a los obreros que nos rodean. Y ya que lo tengo a mi lado aprovecharía para darle algunas sugerencias sobre lo que podría realmente hacer para lograr una diferencia en la vida de ellos.
Trump, ensayo sobre la imbecilidad.
Aaron James
Editorial Malpaso
http://malpasoed.com/mx/libro/trump-ensayo-la-imbecilidad/
Esta entrevista hubiera sido imposible sin la intercesión de Mercedes Victoria Mayol, y sin la colaboración de Fermina Ponce. Mi profundo agradecimiento a ambas.
* Pablo Hernán Di Marco.
Autor de las novelas Las horas derramadas (ganadora del XXI Certamen Literario Ategua 2010, España), Tríptico del desamparo (ganadora de la I Bienal Internacional de Novela «José Eustasio Rivera» 2012, Colombia), y Espiral (finalista del XIX Premio de Novela Ciudad de Badajoz 2015, España). Desde Buenos Aires trabaja vía Internet en la corrección de estilo de cuentos y novelas.
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