No. 6.317, Bogotá, Lunes 18 de Febrero del 2013
El gran inconveniente de los nuevos libros es que nos privan de leer los antiguos.
Joseph Joubert
Jaime “El Loco” Arroyave
Los primeros que me criticaban eran los que jamás la fueron con Millonarios
Por: Catalina Luna (Libros y Letras)*
III parte
– En su paso por Millonarios, ¿a quién recuerda con gran sentimiento?
– Bueno…primero, yo recuerdo muy bien el primer título que tuve en las Divisiones Inferiores, porque Millonarios no venía de ganar nada, el que ganaba era el Santa Fe, entonces para nosotros era darle la gran satisfacción al doctor Ochoa que quería que eso cambiara y cambió. En los campeonatos del doctor Ochoa yo era el hombre de confianza de él, yo le manejaba el walkie talkie a él en la valla, mientras él estaba en la tribuna y continuamente me decía haga esto, dígale a fulano de tal que tal cosa y tal cosa. Me acuerdo que un día al walkie talkie la pila se le había agotado y me dijo algo y yo le entendí que le cambiara el marcador de punta, pero yo pensé que era otro y lo cambié; él quería que sacara a Hugo Ospina y yo saqué fue a Roberto Guzmán, por ese asunto me pegó una vaciada del diablo. ¡Menos mal ganamos! (risas). Yo era el hombre de confianza de él, no sólo por los jugadores que le logré traer, si no porque prácticamente lo acompañaba a muchas partes. Me acuerdo que hubo un curso en Lima en los años 60 con 3 técnicos espectaculares, entre ellos el inglés Walter Winterbotton y quien duró 24 años de técnico de Inglaterra, entre 1946 y 1962; también estaba Helmut Schöen, me parece que campeón con Alemania en el 74, y sí, sí fue campeón, y Parreira que fue técnico de Brasil por mucho tiempo y ganó el campeonato en EUA, entonces él me dijo “vaya usted y me reemplaza”; yo pensé que iba a mandar otro, pero me mando a mi, y ese me ayudó mucho para encarrilarme después con los equipos; el doctor Ochoa de alguna manera, me estimuló mucho, prácticamente lo que yo fui de Millonarios se lo debo a él, pero obviamente le respondí porque no lo hice quedar nunca mal.
– Algún obstáculo por el paso en Millonarios que haya tenido que enfrentar y que recuerde muy especialmente.
– Los primeros que me criticaban eran los que jamás la fueron con Millonarios, como los de Santa Fe por ejemplo. Cuando nosotros nos ganábamos los títulos, se nos venía una racha de malos comentarios, era un alud de enemigos y todo pero, básicamente yo creo que lo más difícil para mí fue cuando el doctor Ochoa salió del equipo; siendo el hombre más importante en la historia de Millonarios, él salió por una infortunada huelga de jugadores, y toca llamarla así, porque ellos pidieron reunirse con el presidente del Club y lograron sacar al doctor Ochoa. Unos días después ellos mismos dieron declaraciones y se dieron cuenta de que el doctor Ochoa era un hombre importantísimo en Millonarios y se habían equivocado, por lo menos reconocieron el error. Para mí ese hecho me marcó para toda la vida por lo injusto. Por mi lado, pienso que yo salí de Millonarios porque la gente dijo que yo ya había cumplido mi ciclo, pero creo que era que Millonarios había sufrido una transformación cuando fue comprado por elementos del narcotráfico en la década del 80. Para mi fue terrible, pues mi equipo del alma fue comprado por tres señores de la época que figuraron mucho como Rodríguez Gacha, Edmer Tamayo y Guillermo Gómez, y eso prácticamente le cambió muchas cosas a Millonarios porque ya no era lo mismo y todo duró hasta el año que empezaron a llamar al Club como “Azul y Blanco”. Se decía en aquella época que Millons tenía un déficit de 42 mil millones de pesos, una cifra muy difícil de recuperar y de pagar, entonces el doctor Roberto Arango consiguió unos inversores de Bolsa para que cada uno pusiera algunos millones para la firma “Azul y Blanco” y con la excusa de que ya fue campeón…En una sola taquilla hicieron cuatro mil millones de pesos y ahí se pusieron al día y les quedó plata, por eso trajeron jugadores importantes como Montero y Zapata que eran superiores a los que estaban; entonces se reforzó el equipo y empezamos a levantar cabeza.
– ¿Cuál fue el momento más memorable que haya vivido con Millonarios?
– Sin lugar a dudas las celebraciones con el doctor Ochoa. Cuando él ganaba el título no celebraba mucho, era más bien parco, pero me acuerdo mucho que en el penúltimo título logrado por él, un Domingo nos fuimos con un gran amigo suyo a la 24 y como todo el mundo estaba loco, lo llamaban lo abrazaban, lo felicitaban, pero él seguía allí, impertérrito, fresco, con una tranquilidad absoluta. Y otros momentos memorables, cuando dábamos la Vuelta Olímpica, todo eso es memorable, todo eso no se borra así como así; eso era para llorar de la emoción. Varios de esos jugadores que conquistaron esos títulos fueron juveniles conmigo, ahí estaba la recompensa.
– ¿Cuáles han sido los jugadores más brillantes del equipo a lo largo de su historia?
Se vuelve a levantar, recorre con la mirada la pared anegada de recortes de prensa y se detiene frente a una foto en particular en donde aparece “El Viejo” Willy y señalándolo con el dedo, dice: “Este tipo fue genial. Nosotros fuimos en el año 71 a Tumaco, a un cuadrangular para jugar contra Tumaco, Buenaventura, Deportivo Cali y otro más, y allí aparecieron dos negritos, Eladio Vásquez y Willington Ortiz que eran unos aficionados a morir de Millonarios; entonces vi a estos dos jugadores y se los recomendé de inmediato al doctor Ochoa. Al mes siguiente, fuimos a jugar un triangular en Aruba y luego a Santa Marta y en esa gira me dijeron: “Don Jaime esos dos negritos se van a ir a Tumaco otra vez porque no tienen más y ganan poco”, entonces le dije al delegado de Millonarios que estaba conmigo: “Firmales un contrato a ellos dos” y me dijo todo indiferente: “No. No estoy autorizado para eso”, entonces sin pensarlo dos veces, cogí una hoja cualquiera de papel y les hice un contrato por cinco mil pesos, así los “amarré” o si no se hubieran ido pa’ Tumaco. Prácticamente este chico estaba “desahuciado”, yo lo recuperé para el fútbol; no tengo la menor duda que fue un golpe de suerte.
Otros jugadores brillantes es Senén Mosquera, uno de los mejores arqueros que ha tenido Colombia a lo largo de la historia del fútbol; también tengo que mencionar a Ricardo “El Pibe” Díaz, el mismo Céspedes, Pimentel, Jaime Rodríguez y muchos jugadores que se vincularon en la primera escuadra de Millonarios; todos ingresaron en diferentes épocas fortaleciendo al equipo, pero dos de los más grandes de los jugadores que logré vincular fueron Willington Ortiz y Senén Mosquera, sin demeritar a los demás, claro está.
( * ) Esta entrevista aparecerá en el libro Los grandes-grandes de Millonarios que publicará Ediciones Libros y Letras en Julio.