El Rincón del Poeta

Yo te fui desnudando de ti mismo… 

Yo te fui desnudando de ti mismo, 
de los «tus» superpuestos que la vida 
te había ceñido… 
Te arranqué la corteza -entera y dura- 
que se creía fruta, que tenía 
la forma de la fruta. 
Y ante el asombro vago de tus ojos 
surgiste con tus ojos aún velados 
de tinieblas y asombros… 
Surgiste de ti mismo; de tu misma 
sombra fecunda, intacto y desgarrado 
en alma viva… 
Dulce María Loynaz 
Cuba

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