Reynerl Serrano (Colombia)
Deja salir las bestias;
que pasten a su gusto.
Mañana dormiremos
y no habrá ya murciélagos
ni guayabas mordidas al amparo de la noche.
Mañana soñaremos con un valle imposible
donde no hay mariposas, ni flores, ni naranjos.
Deja salir las bestias; que huelguen en la hierba.
Acaricia los pinos; huele las azucenas
y el veneno del frío.
Cuando nos ausentemos tal vez nos resucite.
Ellas, las lujuriosas, amantes de las plantas,
cuando ya aquí no estemos
continuarán mordiendo aquellas frutas oscuras
a la luz de la luna.
Ellas, las que escondemos con la siniestra mano
mientras que con la diestra las degollamos.