De damiselas en apuros a guerreras

La espada de la asesina, de Sarah J. Maas

En la literatura juvenil y de fantasía los personajes femeninos han dejado de depender de la figura masculina para pasar a ser las protagonistas de su propia historia. Mujeres decididas e independientes con roles muy claros en el universo que crean los autores.


Por: Isa Cantos*


Desde hace algunos años la literatura juvenil y de fantasía ha ido evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos. Pasamos de leer a protagonistas cuyas vidas y arcos narrativos dependían por completo de que un gran héroe, guerrero u hombre súper fuerte las rescatara, a tener libros protagonizados por princesas perdidas que recuperan sus reinos, mujeres que toman las riendas de su destino y se alejan de hombres manipuladores y vetustos, y científicas, exploradoras y superheroínas que no dependen de nadie más que de ellas mismas.


Portada de Trono de cristal, de Sarah J. Maas
Portada de Trono de cristal, de Sarah J. Maas
Portada de Meridia, de P.C. Cuéllar
Portada de Meridia, de P.C. Cuéllar

Si bien el romance en los libros sigue siendo un elemento crucial, la mayoría de las historias contemporáneas ya no solo se centran en el cliché de una mujer enamorándose perdidamente de un hombre y dejando todo de lado, sino que las autoras les han empezado a dar más profundidad a las tramas, a los motivos y a las circunstancias que rodean a las protagonistas. Como lo mencionaba antes, ya no son mujeres que quieren dejar toda su vida mortal de lado para estar con su amor vampírico, como Bella en Crepúsculo, sino mujeres científicas que se dedican a investigaciones sobre el cáncer (Olive de The Love Hypothesis), guerreras que deben derrotar sistemas patriarcales y arcaicos que les han robado sus derechos de nacimiento (Aelin de Trono de Cristal), exploradoras que descubren nuevas civilizaciones (Antonia en Meridia) y elegidas que rompen con las cadenas de lo que estaba establecido (Poppy de De Sangre y Cenizas).

Un punto que me fascina de toda esta evolución de los personajes femeninos en la literatura juvenil y de fantasía es que, al igual que sucedió con los estereotipos anticuados, se han dejado de lado todo el recato y la vergüenza que sentían las protagonistas de los libros respecto al disfrute del placer. En esta nueva generación de libros vemos protagonistas femeninas cuya única misión al final de sus historias no es solo formar una familia, sino que las vemos cambiar de intereses amorosos, decidir a quién amar, escoger cuál es la dinámica de relación que quieren y, sobre todo, notamos que ya no están escritas bajo las reglas de pudor femenino que durante tanto tiempo dominaron la literatura.


Portada de De sangre y cenizas, de Jennifer L Armentrout
Portada de De sangre y cenizas, de Jennifer L. Armentrout
La espada de la asesina, de Sarah J. Maas
Portada de La espada de la asesina, de Sarah J. Maas

De la mano con el empoderamiento de las protagonistas femeninas en los libros, hemos visto también crecer la representación y diversidad. A menudo encontramos muchísimas historias centradas solo en una letra de la comunidad LGBTIQA+, en la G. Pero poco a poco han ido apareciendo más libros que nos presentan a mujeres que hacen parte de esa comunidad y, con ello, enriquecen toda la literatura juvenil y de fantasía. Tenemos a Mor de la saga de Una corte de rosas y espinas, Mia Corvere de Nuncanoche, Evangeline Samos de La reina roja, Tori Spring de Heartstopper, Felicity Montague de La guía de la dama para las enaguas y la piratería, entre otras.

A pesar de que la literatura juvenil y de fantasía se está moviendo en la dirección correcta, hay un largo camino por recorrer. Por lo pronto, podemos seguir apoyando a las autoras y editoriales que apuestan por historias que nos recuerdan que hace mucho tiempo dejamos de ser damiselas en apuros y que ahora somos guerreras, científicas, exploradoras, reinas y dueñas de nuestros propios destinos.


*Isa Cantos

Editora, correctora, traductora y booktuber.

Twitter: @IsaCantos

Instagram: @isacantosrm