El horror que no termina

Vista Chinesa de Tatiana Salem Levy

La escritora Tatiana Salem Levy narra en Vista chinesa una historia desgarradora con una fuerza que deja sin aliento a los lectores.


Hay ciertas historias que por motivos desconocidos, incluso para el mismo autor, permanecen en la mente y no se evaporan con el paso de los días, sino que su fuerza crece y se vuelve tan insistente que el único remedio es escribirlas sin importar el dolor que impliquen. Vista chinesa (Libros del Asteroide, 2022) de la escritora Tatiana Salem Levy (Lisboa, 1979) describe una de las peores y más horribles experiencias que una persona podría tener, una vejación cuya monstruosidad nunca perderá fuerza: una violación. 

“El tiempo no aliviaba el dolor, insistente desde el segundo que abría los ojos”.                         

Se trata de una novela corta pero inolvidable, muy dura de leer, que transmite de forma real todo el proceso emocional, desde lo desgarrador del acto hasta el momento en que se logra algo parecido a la redención. El dolor, la rabia y el asco son palpables, así como los pensamientos confusos, la duda y la desesperación. Salem Levy trasciende el mero morbo de un acto execrable para enfocar la narración en el proceso de reconstrucción de una psique rota y un cuerpo destruido.

“Pero hay cosas que, incluso después de haber acontecido, siguen aconteciendo”, dice la protagonista y narradora.

En Vista chinesa, Júlia sale a trotar una tarde antes de una reunión importante con el ayuntamiento para discutir el proyecto de un campo de golf cuya construcción se encomendó a su estudio de arquitectura para los Juegos Olímpicos de 2016. Su error, si es que se puede considerar que haya hecho algo mal o cometido alguna falta, fue cambiar la rutina de ese día: sus salidas a hacer ejercicio solían ser en las mañanas. El lugar al que se dirige es un mirador muy famoso y punto importante de congregación de turistas que llegan a Río de Janeiro: Vista Chinesa, en el Parque Nacional de la Tijuca, en medio de un bosque frondoso hogar de tucanes, serpientes y monos y que diferencia a Río de otras capitales latinoamericanas. Ese día hay algo diferente en el paisaje, por lo demás familiar, un signo quizá del mal que acecha en todo momento, y que ese día decide actuar: el martillo del azar que desciende sin aviso ni piedad. Cuando Júlia va llegando al famoso mirador, un hombre se acerca por detrás, le pone un arma en la cabeza y la conduce a la fuerza a lo profundo del bosque.

“Dicen que cuando el dolor es demasiado, uno trasciende el dolor”.

Una voz en primera persona narra esta historia atormentada, confundida, sin saber si debería estar hablando sobre lo que le pasó, si debería entregarse al olvido, sabiendo que eso no es posible, luchando con sentimientos contradictorios cada segundo, recordando que deseaba morir, agradeciendo por estar viva, escribiendo una larga carta a sus hijos pequeños para que algún día sepan lo que le pasó a su madre antes de que ellos nacieran, temiendo haberlos “dañado” por engendrarlos y nutrirlos en un cuerpo que había sufrido y seguía sufriendo semejante aberración:


“Salem Levy trasciende el mero morbo de un acto execrable para enfocar la narración en el proceso de reconstrucción de una psique rota y un cuerpo destruido”.

Portada de Vista Chinesa de Tatiana Salem Levy
Portada de Vista Chinesa de Tatiana Salem Levy

“Sois dos niños preciosos, perfectos, pero por dentro, ¿estáis enteros o, por haber recibido alimento y energía de un cuerpo roto, lleváis también un alma rota?, lo que veo de vosotros, ¿es lo que sois? Lo que los demás ven en mí, ¿es lo que soy? ¿Se transmitirán los traumas de padres a hijos aunque no contemos nada?”

Y luego: “¿Por qué contar a unos hijos un acto de violencia que ocurrió antes de que ellos existieran?”

Uno de los elementos más interesantes de la novela es la forma como se muestra el torbellino de emociones y sentimientos que giran caóticamente dentro de la psique de Júlia, la protagonista de esta historia, basada en un caso real que aconteció a Joanna Jabace en Río de Janeiro en 2014. Salem Levy conjura una voz cargada de angustia que lucha para no evadirse de la realidad y contar lo que debe contar, confiando en que quizá el acto mismo de la escritura ayude de alguna manera a exorcizar parte de su horrible experiencia, y que sea algo más que el testimonio de una sobreviviente. El epígrafe de Kafka ya augura el horror que vamos a presenciar: “Escribo esto porque estoy desesperado a causa de mi cuerpo y del futuro con este cuerpo”. 

La autora describe lo difícil que es dar detalles a un dibujante para que realice un retrato robot de un rostro inolvidable pero a la vez imposible de aprehender. Lo frustrante, doloroso y agotador de presenciar ruedas de sospechosos, de recordar detalles que ayuden a los investigadores, el miedo a condenar a un inocente, de expresar lo que tiene claro en su mente pero no logra transmitir. 

“¿Qué importa más en una persona, el conjunto o los detalles? ¿Lo que recordamos o lo que olvidamos?”

¿Cómo superar un hecho semejante si el olvido no es una opción, si el dolor permanece o es incluso más fuerte con el pasar de los años? Con un ritmo sostenido, mostrando la cara del horror sin miedo, desviándose y regresando en un maremoto de recuerdos e impresiones, Vista chinesa agarra al lector y no lo suelta hasta concluida esta vertiginosa y cruda historia. Júlia escribe (y nos cuenta) siempre con la duda de si debe hacer lo que está haciendo, si sus hijos deberían saber lo que le pasó, si es pertinente que sepan todos los detalles:

“A decir verdad, no sé si algún día tendré el valor de entregaros esta carta, de contaros que vuestra madre no es solo vuestra madre, vuestra madre es también esta mujer que vio al diablo frente a sí”.

“No quería ser la persona que os dijera que, por bonito que sea, todo tiene un monstruo suspendido dentro de sí”.

Tatiana Salem Levy es también autora de los libros La llave de casa (Premio São Paulo de Literatura de 2008 al mejor debut), Dois Rios (2011) y Paraíso (2014). Vista chinesa es distribuido en Colombia por Siglo del Hombre y se encuentra disponible en las principales librerías.

“Nunca sabremos lo que hubiera sido la vida si no fuera lo que es”.