El nadador en el mar secreto ¡Qué novela!

Por: Jorge Consuegra

Hacía mucho tiempo que no leía una nouvelle como esta, sencillamente maravillosa, extraordinaria.
¿Pero qué la hace maravillosa? 
El tema ha sido tratado una mil veces pero la magistralidad de su autor William Kotzwinkle (Navona), consiste en cómo anuda al lector y lo hace partícipe del drama, angustioso drama que como arriba dije, ha sido tratado infinidad de veces en la literatura. Pero para que el lector de esta nota sepa de qué se trata, es lo sucedido en algunas horas desde el momento en que Diane, de apenas treinta años, rompe aguas y con su compañero Laski se disponen a iniciar los ejercicios del parto, luego van al hospital en donde están los médicos y enfermeras dispuestos a ayudar en todo pero, infortunadamente, el bebé fallece…Vienen momentos de dolor y angustia, de drama de desazón. Laski llena de besos a Diane para tratar de consolarla y va pensando de una vez en qué hacer con el cuerpecito del pequeño y decide enterrarlo en las inmediaciones de la cabaña con la ayuda de un viejo amigo. Hasta ahí la historia pero lo maravilloso de ella es cómo la cuenta, cómo narra segundo a segundo, como el cuadro a cuadro de una película de ilusión para convertirse en la cinta dramática de apenas 90 páginas que un buen lector devora en tres o cuatro horas.
¡Qué novela!

Deja un comentario