El Rincón del Poeta

La mosca 
Antonio Deltoro (México) 

Al salir del portal 
un solemne me obliga 
a la primera sonrisa 
educada, 
pero de pronto, 
me distraigo 
y aflora mi cara de idiota: 
es que la mosca 
me llama con su vuelo 
insistente, 
que me absorbe 
con más fuerza 
que el vuelo silencioso 
y ondulado de la mariposa. 
La urbanidades me cansan, 
me obligan a un esfuerzo 
de hipocresía. 
La mosca es espesa, 
no vive del aire, 
vuela de uno a otro 
excremento, 
pero el ruido de su vuelo 
me devuelve 
al sol de la broma y el juego. 
Cuando debo sonreír, 
sonrío, 
pero no entiendo 
por qué sonreír en ayunas 
de placer y disfrute; 
la mosca, 
con su vuelo ladino y pegajoso, 
interrumpe reverencias y zalamerías, 
entonces y sólo entonces, 
verdaderamente, sonrío 
e, incluso, me vence 
la risa franca.

Deja un comentario