Tenue luz en mis ojos
oh, brillo escalofriante
como una un planeta sin brillo
como un hombre pérfido en medio de la nada.
La oscuridad se asemeja a mi mente
catatónica y guardiante,
guardiante,
de mis viles mentiras
y de mis odios desenfundados.
Como el caballero que pierde una batalla,
regreso a mi choza con la cabeza baja
y la mirada esquiva.
Pues crucigrama como camino
y lápiz como espada
busco romper paredes
para llegar a mi destino.
Andres Arias, Bogotá.
-->