La Fragilidad
Eugenia Castaño (Colombia)
Seres vulnerables y frágiles,
con un soplo muere la plenitud
en pequeños lapsos del tiempo,
estamos a la merced de la caridad,
del amor o de la lástima.
Mejor entender que ser entendido,
o perdonar que ser perdonado,
mejor ser entendido que entender
o ser perdonado que perdonar.
El tiempo pasa y jamás regresa,
cada escena de la vida queda
suspendida en un pedazo del tiempo.
Ocupa un espacio de la mente,
una y otra vez en el pensamiento.
Cuando cuidas al otro, vez fragilidad,
sientes impotencia, agotamiento
la duda de la resistencia,
no poder dar aliento al desalentado,
la honda melancolía de su pérdida
duele cuando es irreparable.
Cuando es el otro quien cuida de ti,
sientes la liviandad de tu fragilidad,
la incapacidad de la resistencia,
agotamiento de la perdida de energía,
el miedo a la propia superación.
se forma entonces la disyuntiva
o él o yo, o nosotros o ellos, o eso o el ello.
lo único seguro es que no podemos escapar,
en algún instante nos debilitaremos.
Formamos lazos de dependencia,
cuando llega el destierro mental o físico
cuesta desprenderse de los afectos,
de las costumbres, de nuestro pequeño mundo
entonces aparecen nuevos seres, nuevas miradas,
nuevas escenas, nuevos ciclos, nuevos juegos.