“Paisajes en la ciudad”
Dos viejos robles
se imponen ante el tiempo
a los maltratos del viento
en la inmensidad del orbe.
La sequia nunca llegará hasta sus raíces
donde los frutos florecen todo el año,
lugar tan grande como el universo,
universo compuesto de tronco y hojas.
Él con sus ramas impide que llegue al suelo,
al menos que la naturaleza los derribe,
y que eso suceda cuando ellos quieran,
cuando su cansancio los haya sorprendido en una mañana.
Porque ningún hombre se atrevió a talarlos,
pasarán de ser el milagro en vida
al monumento eterno,
donde susurren promesas falsas los blasfemos
y los ángeles fabriquen alas con sus ramas rotas,
los poetas no podrán pintar un paisaje igual,
porque sólo el destino y el tiempo
lograrán reunir a dos semillas en el mismo lugar.
Rubén Vázquez.
Puebla/México
-->