José Licelder Cardona (Colombia)
Hay polvo…ceniza de las cosas derretidas por el tiempo.
En la mesa. Desdeñosa sin aquellos
que le colmaron de voces y de huellas.
Ceniza que rutila en la noche de los recuerdos.
Eco de los besos que se resisten al olvido,
Silbo del viento encadenando los recuerdos.
Ese mirar. Esa sonrisa. Evocación de seres ya ausentes;
Voces que no extienden más su vibrar a la vida…
Ceniza de las manos que sucumbieron en su danza alegre
Y; frías en polvo se derriten…
Hay polvo…Ceniza de las rosas derretidas por el tiempo…
Las horas de amor ya extinguidas. Cuando la brasa en ceniza se ha tornado.
Por el adiós, por el hastío…Desde la mar de la muerte que nos devora.
Hay horas…Que se derriten, sin huella.
Quedando tan solo en la mente, en sus abismos, del ayer una estela.
Hay polvo…De estrellas rotas
El fuego del alma que en hielo de siglos se torna.