El Rincón del Poeta

El anónimo 

José Watanabe (Perú) 
Desde la cornisa de la montaña 
dejo caer suavemente una piedra hacia el precipicio, 
una acción ociosa 
de cualquiera que se detiene a descansar en este lugar. 
Mientras la piedra cae libre y limpia en el aire 
siento confusamente que la piedra no cae 
sino que baja convocada por la tierra, llamada 
por un poder invisible e inevitable. 
Mi boca quiere nombrar ese poder, hace aspavientos, balbucea 
y no pronuncia nada. 
La revelación, el principio, 
fue como un pez huidizo que afloró y volvió a sus abismos 
y todavía es innombrable. 
Yo me contento con haberlo entrevisto. 
No tuve el lenguaje y esa falta no me desconsuela. 
Algún día otro hombre, subido en esta montaña 
o en otra, 
dirá más, y con precisión. 
Ese hombre, sin saberlo, estará cumpliendo conmigo.

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