Enrique Patiño |
“Este libro ha sanado, no solo a mi familia y a otros, pero su propósito era quemarme con la verdad”.
“Cuando Clara desapareció, los mangos caían de los árboles del Caribe y su estallido contra el suelo llenaba de golpes secos el silencio de la tarde. En medio de ese desenfreno de frutos sin cosecha que rondaban sobre el asfalto manchado, su ausencia fue apenas un murmullo”.
Por: Ileana Bolívar R.*
Ignorar una dura realidad sólo aumenta el dolor y durante años, Enrique Patiño y su familia lo sobrellevaron en silencio, lo que cada día los consumía. Todo comenzó cuando Clara desapareció. “El ayer dejó de importar. El después comenzó ese 19 de abril de 1991”.
Esa fecha marcaría el inicio de un difícil camino de desesperanza cuando Clara, su hermana, desapareció de forma repentina. Nunca más la volvieron a ver, nunca supieron quiénes y por qué se la llevaron; simplemente, no regresó.
Cuando Clara desapareció puede ser la historia de miles de familias colombianas que han padecido la desaparición forzada de un ser querido y que, pese a que los casos son denunciados ante las autoridades, estos quedan en la impunidad.
Para Patiño no fue fácil narrar esta historia, su dolor, pero su tristeza y su anhelo de encontrar la verdad lo impulsaron a hacerlo. El libro también se convirtió para él en la posibilidad de conocer a Clara, de acercarse a la hermana que se fue de su lado cuando él tan solo era un niño. “Fue un ejercicio de liberación”, afirma.
Este libro es un conmovedor testimonio de la desaparición forzada en Colombia. También es una denuncia sobre la corrupción de las instituciones, el abandono de las regiones por parte del Estado, y la indiferencia de la prensa hacia lo que sucede en los territorios más apartados del país.
Cuando Clara desapareció es un homenaje a las víctimas y a sus familias.
Cuando uno escribe una historia no lo hace en realidad para sanar o cerrar capítulos. La búsqueda es otra: uno busca responderse algo. Una pregunta dolorosa, constante, profunda, que no te deja descansar. Así que uno escribe para buscar respuestas a esa pregunta. Este libro ha sanado, no solo a mi familia y a otros, pero su propósito era quemarme con la verdad. Ir hasta el fondo para saber por qué Clara había desaparecido y cómo podía hacer yo para encontrarla años después.
¿En qué momento fue consciente que Clara había desaparecido y que jamás volvería?
Hace apenas unos años. No, en realidad ahora, que acabo de publicar esta historia escrita con el alma. Ese es el tema con las desapariciones: puedes tener la certeza de que tu ser querido no volverá y sin embargo, hasta el final alimentas la esperanza de que llegue.
La mayoría de recuerdos ya se habían asentado y no fueron tan complejos de remover porque habían pasado muchos años
Cuando Clara desapareció |
Sin haberla conocido lo suficiente y con pocos recuerdos de ella, ¿cómo empieza a construir su historia?
Justamente ese fue el reto. Las mejores historias son las llenas de detalles, y eso aprendí en el periodismo. Las otras te dan reportajes cojos. Pero era lo que tenía: una historia con agujeros. Reconstruir su pasado a partir del rastreo de datos en la familia, de una investigación casi policíaca, y luego darle la vuelta con las herramientas de la ficción, fue un proceso de creación que tenía una intención contundente: nunca soltar al lector. Con él teníamos que descubrir el final.
La mayoría de recuerdos ya se habían asentado y no fueron tan complejos de remover porque habían pasado muchos años. Pero los más duros, las cosas que uno no quisiera contar, los que solemos llamar errores, fueron los más complejos. Dolió, pero ya la mayoría lo había procesado a su manera. Yo fui el que se inauguró en el dolor y se quemó con él. Yo fui quien armó las piezas rotas y en medio de esos vidrios fragmentados se cortó una y otra vez.
Si algo me llamó la atención del libro fue la manera como descifró a Clara, a veces triste, por momentos alegre, siempre rebelde y decidida; una mujer fuerte y con muchos sueños, pero también inmersa en su soledad. En ese descubrimiento, ¿qué le sorprendió de Clara?
En cada cosa que hacemos dejamos huella. Mi hermana dejó pocas, pero en aquellas que pude rastrear fui dilucidando sus cambios de humor, sus rutinas, sueños, rebeldías, su opresión en un mundo que se le resistía. Entender la psiquis de las personas me va bien, pero en el caso de mi hermana fue complejo porque las primeras historias que me contaban de ella no revelaban los contrastes que nos hacen humanos. A medida que profundicé encontré un ser tan frágil y decidido como todos; tan necesitado de amor como todos.
Cuando Clara desapareció es un libro sobre la corrupción, en realidad. Y es también un libro sobre la burocracia que hace que esto suceda y no tenga solución ni consecuencias ni investigaciones, sino que terminen siendo las víctimas dos veces víctimas al terminar señaladas como culpables
Enrique Patiño |
¿Por qué escribir su historia? ¿Ha ayudado a aliviar el dolor y ha servido para perdonar?
Porque es una historia de país que merece ser contada. Yo insisto en que son cerca de 250 mil las personas que no han vuelto a sus hogares. Desde que arranqué a contar la historia crece el número de familiares que me cuentan que uno de los suyos desapareció. Y la mayoría jamás ha denunciado. Solo si nos reconocemos, solo si asumimos con poesía, verdad e inteligencia lo perdido, podremos reencontrarnos y sanar como sociedad. Lo peor que podemos hacer es lo que venimos haciendo: ignorarlo o voltear la cara.
Aunque Clara es la protagonista de la historia, sin duda, usted se convirtió en un personaje principal; ¿es su propia historia desde la mirada de Clara?
Es la historia de Clara. Y es la historia de un país. Es un libro sobre la corrupción, en realidad. Y es también un libro sobre la burocracia que hace que esto suceda y no tenga solución ni consecuencias ni investigaciones, sino que terminen siendo las víctimas dos veces víctimas al terminar señaladas como culpables. Yo aparezco apenas como un personaje secundario que necesita armar este rompecabezas y –como en realidad sucedió– como un escritor y periodista se estaba volviendo loco al no entender cómo narrar esta historia.
El sentimiento de culpa es una constante en el libro; ¿por qué?
No era consciente de ello. Quizás se debe a que toda pérdida genera dolor. Y cuando por fin comprendemos que no volveremos a ver a la persona desaparecida, uno siente que la dejó ir sin haberla conocido o disfrutado. Es mi caso.
Este libro debería leerlo todo el mundo, en especial las nuevas generaciones. Es el reflejo del país que vivimos en un solo relato
Enrique Patiño |
El libro va más allá de una reflexión sobre la desaparición forzada. Allí encontramos una tremenda denuncia sobre la corrupción de las instituciones, la ausencia y el abandono de las regiones por parte del Estado, la indiferencia de la gente por sus indígenas y la apatía de la prensa hacia lo que sucede en los territorios más apartados de las grandes ciudades.
Así es. El libro es eso. Es esa realidad: la realidad de millones. Tu realidad. La de tu vecino. La del que lee este libro. La de la gente de Armenia, Tumaco, Santa Marta, Mocoa, Maicao, Valledupar, Montería, Villavicencio, Yopal, Cúcuta, Barrancabermeja. Y la de los pueblos, donde la violencia se ha asentado. La de la gente que no oye ni defiende nadie. La que hemos abandonado. Los supervivientes que siguen llevando sobre sus hombros el peso de cinco siglos de abusos, un siglo de guerras y toda una existencia de abuso estatal.
¿Quiénes deberían leer su libro?
Cito a un periodista de Manizales que terminó de leer mi libro hoy y al que respeto: “Este libro debería leerlo todo el mundo, en especial las nuevas generaciones. Es el reflejo del país que vivimos en un solo relato”.
Portada de Cuando Clara desapareció de Enrique Patiño |
*ILEANA BOLÍVAR RUIZ.
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