Entrevista, Fredy Chikangana

Fredy Chikangana, es un poeta
indígena del Cauca y junto a Vito Apüshana
y a Hugo Jamioy, publicó un libro de poesía
dedicado, la mayoría de él, a la Pachamama.

Recostado sobre la hierba en la montaña miré hacia el infinito y le canté a una estrella solitaria, ese fue mi primer poema

Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)
Su nombre en lengua indígena es Wiñay Malllki, que significa “raíz que permanece en el tiempo”; es escritor y poeta indígena quechua, de la nación Yanakuna Mitmak (“gente que se sirve mutuamente en tiempos de oscuridad”), del suroriente del Cauca.
Sus poemas acaban de ser publicados en el libro Voces originarias de Abya Yala.
– ¿La vida lo formó como poeta?
– Definitivamente cada ser humano nace con una misión en esta tierra, unos vienen a embellecer la vida, a tejer espacios de resistencia, libertad, ternura, construcción de sueños y otros quizá a intentar borrar dichos sueños, yo creo que nací en el primer grupo y la vida me fue mostrando que puedo ayudar a mi gente desde varios espacios pero en los cantos, en la oralitura, en la poesía tengo una misión universal impostergable desde la voz de los mas antiguos abuelos. 
– ¿Cuáles fueron los temas de sus primeros poemas?
– Recostado sobre la hierba en la montaña miré hacia el infinito y le canté a una estrella solitaria, ese fue mi primer poema, luego cuando salí de la comunidad en la ciudad le dediqué palabra a la soledad, a la indiferencia en la ciudad y poco a poco las voces de mis viejos me fueron llamando insistentemente, en los sueños y en la vida cotidiana me hablaban. Sentía a mi abuelo en la chagra, trabajando la tierra, con su Pirkcha (tejido para guardar la hoja de koka), mambeando, silbando y consintiendo a la Pachamama por dar tan buena comida, en mis sueños venía el fuego, los ríos con su bravura, las voces de los mayores riendo y gozando con sus mates de chicha de maíz, sus flautas y tambores.
– ¿Cuáles han sido sus consejeros poéticos?
– Creo que algo se trae en la sangre, la musicalidad, el deseo de indagar y escribir, pero la vida lo va tallando, la niñez al lado de los colores de nuestros Taitas, las búsquedas de juventud, el amor, las luchas de mi gente por la existencia, la misma locura de esta vida en una nación hermosa pero con poderes excluyentes y mezquinos que han dedicado tantos años al culto de la guerra, unos buenos libros también han sido mis amigos consejeros. 
– ¿Qué poetas empezó a leer en su adolescencia y juventud?
– Comencé leyendo fábula y novela: a Rafael Pombo, a Jorge Isaac, a Eustasio Rivera, a Vargas Vila, luego García Márquez a quien seguí leyendo y releyendo, también me encantó y me sigue encantando Julio Cortázar, he dialogado con Arguedas. En poesía me gustó mucho Neruda, Rubén Dario y algunos poemas de Octavio Paz y posteriormente me llenó el gran poeta peruano Vallejo, luego conocí a otro gran poeta de nuestros pueblos originarios al azteca Nezahualcoyolth y oralitores de pueblos originarios con los que he compartido sueños y sonrisas como son el poeta mapuche Elicura Chihuailaf, el maya Jorge Cocom, la poeta Maya Briseida Cuevas, el poeta Quichua de Ecuador Ariruma Kowi entre otros. 
– ¿Ha leído que poetas colombianos?
– Al poeta León de Greiff, Julio Florez, Raúl Gomez Jatin, a Juan Manuel Roca, a la poeta Ángela García y por supuesto a los hermanos de pueblos originarios con los que hemos compartido camino, los oralitores Vito Apushaina de la cultura Wayuu y a Hugo Jamioy de la cultura kamentsa.
– ¿Cuáles han sido los poetas universales que usted ha leído?
– En lo clásico he leído la poesía china, también he leído Hamlet de William Shakespeare que es toda una obra poética, más contemporáneos a Jorge Rojas, José Emilio Pacheco, Neruda, Jorge Teiller entre otros.
– ¿A quién va dirigido el poema “El espíritu de pájaro”?
– Al corazón de la humanidad, a todos los hombres y mujeres que quieran escuchar e indagar por esas voces milenarias que nos están hablando en lenguas, imágenes y sonidos diversos.
– ¿Por qué un homenaje tan sentido en su poema a Quintín Lame?
– Porque como hijos de Pueblos Originarios le debemos mucho a este gran hombre, su sacrificio, entrega e inteligencia para enfrentar a los terratenientes y poderosos de su época, su capacidad visionaria del papel indígena a nivel nacional y sobretodo la defensa de la tierra. Su legado es histórico e inmenso.
– La mayoría de sus poemas van dirigidos a la Madre Tierra, a la vida, a los ríos, a naturaleza ¿Ese es el propósito de todos sus poemas?
– Los cuatro elementos son básicos en toda cultura: tierra, agua, aire y fuego. Crecimos al lado del fuego escuchando a los abuelos, el aire nos habló siempre en la montaña, el agua es nuestro origen y la tierra es nuestra madre, esto es lo básico para obtener mandatos, normas, mensajes de nuestros espíritus y señas para aprender a vivir. De ahí viene el Sumak Kawsay, el vivir bien, con lo necesario, sin pretensiones de acumular por acumular. En lo que hago, los abuelos están diciendo que los cuatro elementos están en el corazón humano, que si se pierden perdemos el encanto por consolidar la ternura y la fuerza por la vida y la libertad.
– ¿Cómo nace la idea de crear el libro Voces originarias de Abya Yala?
– Era una idea que veníamos trabajando desde hace algunos años. Queríamos que tres voces en la poesía indígena u oralitura pudieran llegar a Colombia y al mundo, siempre planeábamos en donde nos encontrábamos con Vito y Jamioy, decíamos tenemos que llegar a la gente porque qué hacemos nosotros andando cada uno con su libro bajo el brazo, qué sacamos con haber ganado algunos premios y reconocimientos en Cuba, en Italia, en la misma Colombia si nadie conoce lo que hacemos, esto hay que hacerlo visible, es nuestra misión y algo hay que hacer entre los tres, publicar uno solo en Colombia es difícil y sobretodo en poesía, lograr circulación es mas complicado y peor aun indígenas, aun hay mucho prejuicio, “los poetas son gente versada, los indígenas hacen es artesanía y algunas cositas” así que no habíamos podido concretar. En el año 2013 en el Festival de Poesía de Medellín, que por cierto ha sido una gran escuela y espacio de encuentro, conocí al embajador de Noruega en Colombia, con quien nos hicimos muy amigos, con el compartimos un poco sobre las lenguas originarias en el mundo y su importancia, la palabra como elemento transformador en épocas de guerra y paz, sobre la escuela de trabajo que hacíamos con los niños y niñas. Le hice la propuesta para hacer un texto con los tres poetas y poder grabar lectura en las tres lenguas: wayunaiki, kamensa y quechua a través de un disco compacto. A él le gustó la idea, le presentamos la propuesta a través de una organización que nos ha servido de enlace y gestión, una organización que llamamos “Sol y Serpiente de América” con la que nos apoyamos para impulsar trabajos con los niños, niñas y jóvenes en las comunidades o a nivel de lectura y escritura en comunidad y en algunas ciudades. Evaluaron la propuesta y nos dijeron que sí, entonces buscamos a otro soñador, a Gustavo Mauricio de Ícono Editorial a quien conocía Vito Apushaina y con quien luego supimos que ya la Madre Tierra nos lo había acercado hacia unos tres años atrás, lo cierto fue que Ícono asumió la tarea y ahí está el libro. Ahora estamos en proceso lo del disco compacto que será con algunos poemas leídos en las tres lenguas y que serán musicalizados por Héctor Buitrago el de “Atercipelados”.
– ¿Qué pretende con su libro escrito con los otros dos poetas indígenas?
– Llevar la voz de los abuelos y abuelas a todos aquellos corazones amantes del buen canto y la la buena poesía. En este caso para que a través de los tres oralitores nos podamos encontrar entre culturas, aportar algo para recuperar la capacidad de asombro del niño o niña a través de las imágenes, sonidos, voces y grafos de hoy pero con esencia de ayer. 
– ¿Cree que por fin está renaciendo la importancia poética indígena en Colombia?
– Es un largo proceso, el colonialismo esta vigente, los prejuicios sobre lo indígena aún existen y la poesía en una sociedad mercantilizada es visto como una perdedera de tiempo. Sin embargo el libro se mantiene, la poesía florece ante los vacíos y la soledad humana. Estamos abriendo camino en este campo, en muchos sectores de la sociedad colombiana están recibiendo con mucho agrado este tipo de trabajos, ojala sea parte del proceso para hacer realidad aquello de que nuestra poesía desde las voces de los Pueblos Originarios es tan igual y poderosa a cualquier poesía universal, por tanto tiene ganado su espacio en antologías nacionales y universales. Ya vienen nuestros jóvenes a seguir el camino de los cantores y ya vendrán los niños y niñas a hacer florecer la palabra en esta maravillosa Abya yala.

Deja un comentario