Entrevista, Jaime “El Loco” Arroyave – IV parte

No. 6.318, Bogotá, Martes 19 de Febrero del 2013 
El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma. 
Marcel Prevost 

Jaime “El Loco” Arroyave

El fútbol colombiano está acariciando el mundo

Por: Catalina Luna (Libros y Letras)*

IV parte

– ¿Usted qué tenía en cuenta al momento de seleccionar a los jugadores para vincularlos al equipo? 
– Lo primero que miraba era su habilidad; en segundo lugar, los veía jugar y jugar y jugar casi hasta el cansancio y ahí sí seleccionaba a los que servía. Y parece mentira que entre más gente esté jugando en el campo, es más fácil escogerla, porque es ahí donde brota el que marca diferencia y quién se destaca. 
– ¿Hubo algún momento en particular en el que se haya rendido o quiso renunciar o no volver más? 
– Paradójicamente, yo salí cuando el narcotráfico entraba; doloroso decirlo, pero es así. Pero como arriba dije, no porque yo renuncié, sino porque ellos dijeron que yo ya había cumplido mi ciclo. Para mí fue muy difícil, tremendamente difícil. Y mire cómo son las cosas: ellos quisieron traer a otro, pero jamás hicieron lo que yo pude hacer, pues las Divisiones Inferiores de esa época eran las mejores del país y se demostró con los jugadores que se trajeron y con los títulos que se tuvieron. 
– ¿Qué pasaba en Millonarios con el prolongado ayuno sin la ansiada estrella 14? 
– El problema con Millonarios es que no había jugadores que marcaban la diferencia para poder seguir, así de sencillo. Millonarios en esa época no tenía un jugador estrella, no había uno solo que se destacara, eran todos iguales; fue un largo periódico de calma chicha, con muchos altibajos, una prolongada vigilia de casi nuca acabar, hasta que por fin llegó el momento de esta estrella después de dos décadas. Muchos jóvenes de hoy, seguidores fervientes de Millonarios no sabían lo que era sentir la alegría de una estrella y muchos de ellos se quedaron por fuera del estadio sin poder ver a su amado equipo; había gente que llevaba 20 o 25 años que no sabía que era una Vuelta Olímpica. Ahora viene lo difícil que es arrancarle a la 15; ahí vamos a ver qué pasa. 
– Si no se hubiera dedicado al fútbol, ¿a qué le hubiera apostado? 
– Mire: yo soy pensionado de la Universidad Nacional; fui director y entrenador de deportes y el trabajo lo alternaba con Millonarios. Estando allí, hicimos una gira a San José de los Campos, en Brasil, una ciudad hermosa, con edificios muy altos. Recuerdo que nos subimos a uno de ellos y mirábamos para abajo y se veían las canchas de baloncesto como para enanitos y unos arquitos, pequeños; cuando aterrizamos, me di cuenta de que eran porterías de 2 x 3, y pregunté que cómo se llama esa modalidad y me dijeron que era “fútbol de salón”; me gustó tanto la idea, que cuando regresamos al país propuse crear un primer campeonato; fue un éxito total. 
– ¿Qué le ha aportado Millonarios a su vida? 
Jaime Arroyave se queda pensando largo rato, fue como un prolongado paréntesis que creí jamás se iba a terminar. Es más, creí que de pronto alguna lágrima se iba a escapar de sus ojos, pero no, fue un momentáneo viaje por sus viejos recuerdos cargados de nostalgia. 
 ¿Que qué me ha aportado Millonarios? 
Satisfacciones y mucha fama, aún cuando la fama…La fama es una fugaz señora que no me ha dejado algún recado de consuelo; la fama es muy efímera, muy pero muy efímera y lo digo porque la he vivido. Cuando ganaba Millonarios, siempre tuve mucha fama. Los Lunes, por ejemplo, Carlos Arturo Rueda nos llamaba en la noche para hablar incansablemente del equipo en la radio y lo mismo en la televisión; todo eso era una maravilla. Me lleno de nostalgia cuando recuerdo lo de “El Pantalonudo” (risas). Siempre me preguntaban que por qué me decían “El Loco” y yo les decía que fue en una época en que Millonarios, para no pagarme lo que me debían, decían que yo estaba loco” (risas); pero no, creo que soy un loco cuerdo, por haber reconocido que soy un loco cuerdo (risas). 
¿Cuáles han sido, según su concepto, los más grandes logros con Millonarios? 
– No es fácil ganarse 60 títulos. Podrá parecer de fantoches, pero no. Yo manejaba cuatro equipos, dirigiéndolos y dedicándoles diferentes tiempos a todos; fue una época muy linda, porque a Millonarios no le ganaba nadie. Vea este hermoso ejemplo: en 1963 Millonarios logró cuatro campeonatos: el infantil, el juvenil, la Primera B y los grandes-grandes; además de eso, tres inolvidables invictos, esos sí son grandes logros peo, ¿por qué? Porque yo escogía los jugadores, esa era la virtud, saber escoger, para saber ganar. 
– ¿Qué piensa de la era actual por la que está pasando el fútbol Colombiano? 
– ¡No por Dios! ¡Es que el fútbol colombiano está acariciando el mundo! Este señor Pekerman me parece que está haciendo las cosas bien, pero yo creo que el fútbol colombiano necesita (se levanta nuevamente, mira por la ventana y se vuelve a sentar). Bueno cada quien puede hacer lo que quiera con lo que tiene, pero ¡cómo es posible que un técnico argentino tenga 6 asesores argentinos! No va por ningún lado, pero bueno, como dicen los argentinos: “dejémoslo así” (risas). 
( * ) Esta entrevista aparecerá en el libro Los grandes-grandes de Millonarios que publicará Ediciones Libros y Letras en Julio.

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