Entrevista a Laura Norton

La autora de No culpes al karma de lo que te pasa por
gilipollas

Tomado de Estandarte.com No culpes al karma de
lo que te pasa por gilipollas
es el rotundo título de la novela de Laura Norton,
pseudónimo tras el que se oculta alguien (¿es Laura Norton un pseudónimo?)
dispuesto a hacernos reír con una historia ambientada en el barrio hipster de
Madrid, Malasaña. 
No
culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas
 está protagonizada por una chica a la
que la vida se le complica bastante cuando en la misma semana se le meten en
casa su padre deprimido, su hermana rebelde y  su excéntrico prometido y,
sobre todo, el novio al que  lleva mucho tiempo sin ver…
Hemos querido conocer cómo es la relación de Laura Norton con
el vicio de los libros, ese que todos los Estandarte compartimos, y esto es lo
que nos ha contestado. El Cuestionario Estandarte de Laura Norton
– ¿Cuántos libros lee al año?
Unos tres o cuatro al mes, a veces más, a veces menos.
Sea
valiente. Confiésenos alguna lectura pendiente que le sonroje admitir.

Hay tantas… Y yo me sonrojo rápido. Pero prefiero hacerlo en la intimidad.
Podría mentir y decir unas cuantas obras maestras que no he leído, pero que en
realidad tampoco me molesta demasiado admitir que no he leído. Vamos, que no me
sonrojaría, y con las que sí, pues mejor me las guardo. Puede que alguna vez
quiera postularme para presidenta de gobierno y no quiero que nadie me eche en
cara que no he leído el
Ulises. Uy…
¿Qué
libro le habría gustado escribir?
– En el dique seco, de Augusten Burroughs o cualquiera de Nick Hornby.
¿Recuerda
el primer libro que leyó?
Uno de una oca, no recuerdo el nombre. Era una oca que
viajaba con su dueño por el mundo. Me enamoré del dueño. Aún sigo esperando que
llegue un chico con una oca. 
¿Cómo
ordena los libros de su biblioteca?
No los ordeno y todos los años me planteo hacerlo. Eso
y los armarios. A lo mejor algún día me pongo.
¿Cuál
es su lugar ideal para leer?
Cualquier lugar es bueno. Mientras no sea una
discoteca llena de gente. Quedaría raro.
¿Y
para escribir?
Mi mesa de trabajo.
Se
lo rogamos, responda a esta absurda pregunta: hay una inundación y todos sus
libros van a morir, ¿qué tres salvaría?
Ninguno. No tengo un especial apego a los libros. Me
gusta tenerlos, pero seguro que antes salvaría otras cosas más caras. La
máquina de café, por ejemplo. (Qué mal me caería esta escritora si ahora mismo
estuviera leyendo esta entrevista…).
¿Tiene
lector de ebooks? ¿Le gusta el libro electrónico?
Sí, me gusta. Aunque también me gusta pasar páginas de
verdad. Así que voy compaginando. A veces leo en ebook, y otras muchas en
papel. En la cama, con poca luz, el ebook; en una playa, siempre el papel.
Recuerde
alguna anécdota curiosa que haya tenido con algún lector.
Me temo que tendré que contestarla cuando escriba la
segunda novela…
¿Qué
está leyendo estos días?
– Apaches, de Miguel Saez. Si esa novela no se convierte en
best seller yo ya no entiendo nada.
Si
no hubiese sido escritora, ¿qué le habría gustado ser?
Fotógrafa de moda. Y estar todo el día rodeada de
belleza. Ropa y chicos guapos. Si el cielo no es así, no quiero morirme.  

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