Homenaje a Otto Morales Benítez

Por: Ramiro Lagos
Como homenaje póstumo al escritor colombiano, Otto Morales Benítez, invoco su prestigio internacional aquí en Los Estados Unidos, donde él fue, por muchos años, el presidente de la Asociación de colombianistas, una organización que enlista a profesores “scholars” de este país, donde se han estudiado sus ensayos entre las más brillantes plumas latinoamericanas
Como homenaje al ilustre amigo, prologuista de mis “Cantos de gesta comunera”, permítaseme citar algunos fragmentos de mi artículo titulado: “Otto Morales Benítez, maestro egregio con alma popular”: Tan popular fue entre trabajadores y campesinos , que dos veces fue candidato a la presidencia de Colombia, candidatura que tuvo que rechazar, porque quienes lo propusieron (la corrupción asociada a la oligarquía y gamonales de la política ) condicionaron su candidatura a los intereses clientelistas, a ciertos privilegios, a ciertas cuotas de gobernabilidad. En fin, la corrupción de siempre.
No cabe duda que Otto Morales, además de haber sido un maestro de las letras, fue un maestro de las morales políticas contra la corrupción. Un verdadero patricio, un apóstol predicador de encíclicas políticas, sociales, laborales y agrarias de Colombia. Abanderado de la reforma agraria, Otto empuña su bandera y la lleva al Parlamento y la deja allí plantanda ante un congreso de sordos y explotadores terratenientes. Para él, la tierra colombiana, (que fue totalmente de nuestros indios invadidos) estaba destinada para ser parcelada entre los que la trabajan: los campesinos. Eso lo llevó a predicar un justicialismo revolucionario a lo colombiano con antorcha gaistanista, la de “Juan Pueblo”.
Así que glorificar a un maestro de las letras, a un abanderado de la colombianidad y a un demócrata socializante auténtico, es un deber de patria agradecida. Agradecida por sus enseñanzas de patriotismo constructivo, por sus prédicas de humanitarismo social, por su cátedra de humanismo ecuménico
La trascendencia intelectual de Otto Moarales Benítez, como pensador y autor de más de un centenar de libros, (cítense: Revolución y caudillos, Muchedumbres y banderas) fue un hito brillante en su carrera de personaje nacional e internacional. El consideraba a sus ensayos como una nueva visión de lecturas asimiladas. Por las citas de sus escritos, se sabe que se paseó por las páginas de grandes autores europeos y se detuvo a abordar en el pensamiento de conocidos maestros del ensayo hispánico como Unamuno, Rodó, Alfonso Reyes, Vasconcelos, Montalvo, Mariátegui y, además, el colombiano Baldomero Sanín Cano, sobre quien escribe un ensayo magistral.
Rodeado de todas las vanguardias de su generación, Otto Morales Benítez, se abre paso en busca de las raíces y los matices del nacionalismo cultural, no sólo colombiano, sino indoamericano. Buscaba la identidad de nuestra sangre mestiza y de nuestro ser indoamericano. La indoamericandad bajo la influencia de Haya de La Torre era su tema ampliamente debatido. Sobre este tema refiriéndose a Otto, me remito al libro del escritor Fernando Ayala Poveda, titulado: La palabra indoamerica, en que el autor recoge el pensamiento de Otto en relación con la difusión del realismo indoamericanista desprovista de raíces colonialistas.
La nombradía internacional de Otto se extiende hacia las dos Américas donde fue invitado a dictar conferencias. “El Itinerario”, título de uno de sus libros, cubre temas provinciales y nacionales, no sin extenderse al mapa de Latinoamérica con su libro: “Colombia y el Continente” Finalmente para seguir más rigurosamente el Itinerario bibliográfico de Otto, permítaseme concluir esta breve nota, remitiendo al lector al libro del escritor Vicente Landínez Castro, titulado: “Aproximaciones a la obra múltiple de Otto Morales Benitez.
Como punto final al homenaje al monumental ensayista colombiano, paso a referirme al rigor crítico del profesor Rafael Gutiérrez Girardot, quien, frente al maestro Germán Arciniegas, lo consideraba como el más prominente ensayista de la Colombia ilustrada.

Deja un comentario