Por: Natalia Escallón Liévano / Bogotá.
Se podría decir que el primer pintor surrealista fue Hieronymus Bosch, o más conocido como El Bosco. Sus escenas del Jardín del Edén y de infierno son recordadas por su genialidad narrativa. En una época en donde la técnica pictórica había permitido representar la realidad de manera más precisa, este artista la utilizó para crear mundos fantásticos.
No se sabe cuándo nació ni cuántos años tenía este artista holandés cuando pintó su obra “El Jardín de las Delicias”, todo lo que sabemos es que murió en 1526 y se estima que tenía alrededor de 50 años. Vivió en una época donde los mares estaban siendo explorados para encontrar nuevas tierras, Colón descubrió América, Leonardo da Vinci pintaría la Monalisa. Es hacia el final de la Edad Media, en la que la inquisición está en todas partes, y el catolicismo está en gran parte de Europa. Es por esto que encontramos tantas representaciones bíblicas en su obra y reflexiones acerca del bien y del mal, el cielo y el infierno.
“El Jardín de las Delicias” es una de sus obras más reconocidas. Cuenta la historia sobre la moral y el pecado. Al observarla emprendemos una travesía por una tierra atemporal llena de símbolos y significados. Encontramos por ejemplo en una de sus escenas a Eva recién creada de la costilla de Adán. Dios la sostiene por la mano mientras los bendice como pareja. Alrededor de ellos hay varios animales. Conejos detrás de Eva, simbolizan fertilidad, parte fundamental del matrimonio en la época. También encontramos curiosidades como un gato con un ratón en la boca caminando lentamente hacia el borde izquierdo del tríptico.
En el panel central podemos ver un pozo en el que se baña un grupo de mujeres. A su alrededor hay hombres montados sobre diferentes bestias como camellos, unicornios, caballos, osos, jabalíes entre otros. Los hombres que están haciendo variadas cosas sobre sus monturas podrían representar algunos de los pecados capitales, como el orgullo, la lujuria, la gula. Toda la escena está acompañada de varias aves. Sobre las mujeres se posan cuervos y un pavo real, mientras que con los hombres hay aves blancas.
También podemos ver cosas que parecen fuera de lugar, como pájaros de diferentes especies sobre proporcionados a los que montan los hombres. También hay frutas huecas que sirven como refugio para los amantes. Flores, peces, e insectos que parecen traídos de otro mundo. Recordemos que estamos en una época donde se contaban historia de animales maravillosos como los elefantes y las jirafas del África y eran muy populares los bestiarios.
Finalmente en el panel derecho encontramos una historia mucho más oscura, el infierno. Podemos ver dos orejas sosteniendo un cuchillo como si se tratara de una máquina de guerra. Estos a su vez han sido atravesados por una flecha y sangran. Hay hombres siendo aplastados o mutilados. Figuras oscuras encapuchadas. Fuego, sufrimiento y un poco de aburrimiento en algunas figuras. En el centro de este panel vemos a un hombre árbol. Sus piernas son troncos que flotan sobre el agua gracias a dos barcas. En su torso hueco hay una caverna y vemos hombres bebiendo. Uno de ellos sentado sobre un sapo simboliza la presencia del demonio.
Son muchas las historias entretejidas que encontramos en esta pieza tan misteriosa y podríamos pasar horas explorándola y cuestionándonos acerca de su significado.
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