Por Andrea Moreno*
El escritor bogotano presentó su nueva novela tras 10 años sin regresar a la ficción, en la más reciente Feria Internacional del Libro de Bogotá.
La cuarentena decretada por la COVID-19 marcó el inicio de un tiempo en el que la quietud, el miedo y la muerte afectaron la salud mental de todos nosotros. Muchos tuvimos que afrontar nuestros propios demonios durante el encierro y sumergirnos en nuestro interior, conviviendo con nuestros miedos, que se quedaron después de que conseguimos, incluso, salir a la calle. Este escenario es el elegido por Mario Mendoza en su libro Los Vagabundos de Dios como el punto de partida del viaje de su personaje principal hacia lo que él denomina “el descenso”.
Adán Santana, un escritor reconocido, se encuentra durante la cuarentena, al principio cómodo con el encierro, hasta que su madre fallece y se ve obligado a enfrentarse a una serie de situaciones que lo dejan vulnerable y débil. Con el correr de las páginas, Santana recorre un camino doloroso hacia su interior en el que se encuentra con otros personajes y sus historias de sufrimiento, las cuales no siempre tienen un desenlace claro, con ellas Mario Mendoza teje un entramado en el que se comunican naturalmente realidad y ficción, haciendo que el lector se cuestione sobre los límites.
“En el relato se observan distintas posturas frente a la resistencia y la violencia, dejando al final un mensaje hacia la paz y el perdón”.
En Adan Santana, por ejemplo, encontramos elementos autobiográficos de Mendoza, quien nos sugiere en su narrativa que el libro en nuestras manos ha sido escrito por el protagonista. Este se adentra en un colectivo religioso y social muy bien organizado, denominado «Cruz y Resistencia», cuyos cimientos se encuentran en el cristianismo primitivo que promueve el servicio y la comunidad sobre la individualidad. En medio de las protestas sociales en Colombia en el 2021, este grupo inconforme con las políticas estatales en distintos ámbitos y con una sociedad permeada por el egoísmo y la cultura de las redes sociales, se enfrenta al gobierno de diversas formas, siendo perseguidos, asesinados, desaparecidos, torturados y encarcelados. En el relato se observan distintas posturas frente a la resistencia y la violencia, dejando al final un mensaje hacia la paz y el perdón.
Es importante subrayar que el hilo conductor es el camino del personaje principal, en el que descubre que el dolor que experimenta no es exclusivo de él, sino compartido por todos los personajes con los que convive. Al abrazar a los demás descubre que el sufrimiento es universal, entonces, se convierte en un vagabundo, en el estricto sentido de la palabra, y finalmente, empieza a escribir un libro donde narra todo lo ocurrido en ese camino que tuvo que recorrer.
“En esta obra, el autor muestra una faceta más reflexiva, cercana y esperanzadora. Además, habla sobre la religión, el cristianismo y sobre Jesús, analizándolos desde los hechos históricos…”
En este universo narrativo de Mendoza, encontramos personajes reales que sufren enfermedades mentales y han pasado por momentos traumáticos que impactan sus vidas. Los cambios de narrador permiten que el lector se conecte de manera más íntima con las historias contadas. En esta obra, el autor muestra una faceta más reflexiva, cercana y esperanzadora. Además, habla sobre la religión, el cristianismo y sobre Jesús, analizándolos desde los hechos históricos como un ejemplo del servicio y en el que se resalta al vencido.
A lo largo de la obra nos asisten reflexiones profundas acerca de lo que somos. En un mundo en el que el “YO” prima sobre el “nosotros” y en el que las enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad son cada vez más frecuentes, nos libera abandonarnos, entendernos vulnerables y como una parte de un todo, para el cual, el servicio es más importante que el protagonismo y el éxito. Entonces, el dolor no se personaliza, ocurre en la existencia humana porque como se evidencia en el transcurso del libro, todos sufren y todos lidian con el dolor de distintas maneras. Algunos no logran salir de lo profundo, no obstante, Mendoza a través de su narración nos enseña una salida del dolor.
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*Texto seleccionado en el “Taller de reseñas de libros para medios digitales”, dirigido por el periodista cultural Santiago Diaz Benavides en alianza con la Revista Libros & Letras, edición digital