Hernando Socarrás
El impulso de su poesía, verificando los nombres de las cosas: la tierra, el paisaje, el cuerpo y el aire; los seres mansos y las fieras y los acantilados; las plantas desde sus semillas y los minerales quietos; el fuego rectificador; las fisuras del tiempo. Todo al servicio de lo que se mueve en lo vivo, las montañas y sus lenguajes; lo que está en nuestros ojos dormidos… ah! el poeta elige. Celebra la trayectoria de la realidad que organiza en su interior y la trasforma. La ha nombrado desde la misteriosa claridad de la poesía. Ha recurrido al orden compuesto en el tiempo de la manifestación.
Los poemas que reúnen a Lilia Gutiérrez Riveros en un volumen de su Poesía Completa, contienen los instrumentos y las medidas que intentan ajustar su experiencia frente a la naturaleza. A su naturaleza interior. Su vida, su formación, su lugar de aparición.
Asisto a la lectura de la poesía de Lilia y muy cerca al árbol, a la planicie, al pulso. A los sucesivos colores del día hacia la noche, y viceversa. Toda una categoría de experiencia por la vida, como haciendo un viaje en globo por la geografía natural que nos reúne. El ser poeta que habla, el ser poeta que escucha y transparente, se hace la voz y el poema de todos.
La poesía de Lilia Gutiérrez Riveros confirma esta reflexión. Es por su ansiedad. Lialia Gutiérrez: El impulso de su poesía, verificando los nombres de las cosas: la tierra, el paisaje, el cuerpo y el aire; los seres mansos y las fieras y los acantilados; las plantas desde sus semillas y los minerales quietos; el fuego rectificador; las fisuras del tiempo. Todo al servicio de lo que se mueve en lo vivo, las montañas y sus lenguajes; lo que está en nuestros ojos dormidos… ah! el poeta elige. Celebra la trayectoria de la realidad que organiza en su interior y la trasforma. La ha nombrado desde la misteriosa claridad de la poesía. Ha recurrido al orden compuesto en el tiempo de la manifestación.
Los poemas que reúnen a Lilia Gutiérrez Riveros en un volumen de su Poesía Completa, contienen los instrumentos y las medidas que intentan ajustar su experiencia frente a la naturaleza. A su naturaleza interior. Su vida, su formación, su lugar de aparición.
Asisto a la lectura de la poesía de Lilia y muy cerca al árbol, a la planicie, al pulso. A los sucesivos colores del día hacia la noche, y viceversa. Toda una categoría de experiencia por la vida, como haciendo un viaje en globo por la geografía natural que nos reúne. El ser poeta que habla, el ser poeta que escucha y transparente, se hace la voz y el poema de todos.
La poesía de Lilia Gutiérrez Riveros confirma esta reflexión. Es por su ansiedad.