Por: Rocío Carmona/ Editora Ediciones Urano/ Barcelona. Una de las fascinantes historias a las que se hace referencia en El libro de las posibilidades, que os presentamos esta semana como título destacado, se refiere al conocido escritor japonés Haruki Murakami. Se dice que Murakami era un lector empedernido, aunque nunca quiso ser escritor porque creía que no estaba dotado para ello. Como era un apasionado de la música, emprendió un camino muy diferente y un buen día abrió un club de jazz. Allí trabajó duro durante siete años.
Poco antes de cumplir los treinta, por fin se atrevió con su pasión oculta. Empezó a idear su primera novela sin otra pretensión que la de volcar en un papel todo lo que llevaba dentro. Ni siquiera se le pasó por la cabeza que lo que escribía pudiera interesar a nadie. Como no tenía ninguna experiencia como escritor y no sabía ni cómo empezar, se dijo que trataría de escribir igual que si tocara un instrumento musical, “imprimiendo ritmo, melodía y armonía a sus relatos a través de la palabra”.
El resto es historia. Las exitosas novelas de Murakami están llenas de música, como la que lo rodeó en los años que pasó regentando su club de jazz. Y es que a menudo las oportunidades que nos salen al paso no son sino puentes hacia nuestro verdadero destino ¿Estamos atentos a ellas para que no pasen de largo?