Estos relatos urbanos, simbióticos,
bizarros y duros como la roca, que hacen pensar que el autor escribe con un
cuchillo apretado entre los dientes, también funcionan como amables
instrucciones para volar cometas…
premiados del destacado escritor colombiano Pedro Vargas Hernández.
Relatos urbanos, algunos crudos y bizarros, poéticos y existencialistas otros,
que atrapan y conmueven al lector. Una publicación de Penguin Random House.
través de algunos de sus más rabiosos lienzos— el cruel asesinato de una niña
en las calles de Londres en el genial cuento «Pintor en la ventana». Y como
este Bacon, testigo de excepción de la crudeza del mundo, el autor nos narra
una serie de historias que abarcan amplitudes temporales y diferentes registros
narrativos. En «Nessie cuello largo», el famoso monstruo emerge del oscuro
fondo que es la mente atormentada del joven drogadicto Joy Nova; mientras, en
otra historia —bajo una narración deliberadamente grotesca—, un ejército de
aburridos burócratas revisa documentos y firmas, y decide si un lujurioso
hombre puede acceder o no a los servicios de una prostituta… Así son las
historias de este libro, tan poéticas como «Demoledores de silencios», tan
existencialistas como «La incertidumbre de ser objeto» o tan tiernamente
cautivadoras y enigmáticas como «Vestidos de agua» y «Confesión».
¿Ayudará Julián, ese niño que trabaja en un ladrillar, a matar a su abusivo y
explotador patrón? ¿Será cierto, como propone el relato «Alguien en mi cabeza»
que, tras de una célebre obra de Van Gogh, se esconde la muerte de una hermosa
joven? Las respuestas —acertadas o no— moldean desde estas páginas el centro de
la experiencia humana.
Advertencia o consejo: al leer a este tipo, sin duda sentirás algo nuevo.
Pedro Vargas Hernández
amante del rock industrial, del fútbol y de las series negras. Lector y alumno
de autores como Jhumpa Lahiri, Coetzee, Padura y Murakami, sus
relatos dibujan -desde múltiples escenarios narrativos- un todo urbano, crudo e
inquietante siempre, pero con el humor y la justa poesía que sobrellevan el
drama. Las historias de Pedro Vargas
-premiadas en importantes concursos como el Hispanoamericano de Cuentos Julio
Cortázar, en Cuba; el Internacional de Relatos Gabriel García Márquez, en
Colombia; y el Hucha de Oro, en España- acometen temas tan diversos como las
fuertes batallas que libran las mujeres en este mundo rudo, los fantasmas que
dejan los conflictos políticos, el hambre de poesía y música en muchos lugares.
Personajes esperpénticos o demasiado humanos caminan por estas páginas, donde
tampoco faltan los monstruos de los nuevos mundos algorítmicos y fríos: la
adicción a redes y gadgets, la trashumancia, la intolerancia con los que son
diferentes.