Nueva Antología de Terror Decimonónico de la Editorial Saco de Huesos

Nota enviada por Salomé
Guadalupe Ingelmo
La Editorial Saco de
Huesos
nos deleita de nuevo, en el marco de su colección Calabazas en
el Trastero, con una excepcional antología, en este caso dedicada al terror
decimonónico. La momia, el vampiro y el monstruo de Frankenstein desfilan,
majestuosos y distinguidos, por las páginas de este libro cuya sombría portada
debemos a Miguel Puente Molins. Un merecido homenaje a personajes que han
pasado a formar parte del acervo popular gracias al talento de sus creadores,
convirtiéndose en protagonistas de ficción más vivos y seductores que nunca.
Terror refinado y fascinante, deliciosamente decadente y lánguido, que
cautivará a los amantes del género.
Superando las limitaciones
cronológicas y haciendo alarde de efervescente imaginación, algunos de los
autores que componen esta antología, inspirados por otros grandes maestros del
siglo XX, encuentran espacio incluso para mostrar su admiración hacia reputados
escritores de género fantástico como Clark Ashton Smith, Gabriel García Márquez
o Juan Rulfo.
Espíritus, espectros y
seres reanimados pueblan los relatos de terror del XIX. En consecuencia, por
las páginas de esta antología desfilan vampiros infantiles de aspecto
turbadoramente candoroso; desconcertados monstruos huérfanos, ensamblados cual
puzzle imperfecto al que nunca le encajarán las siniestras piezas; escritores
convertidos en leyenda… o en aparición y otros muchos seres tan espeluznantes
como irresistibles. Por doquier, el inconfundible rastro de los sugestivos
fantasmas que tan magistralmente construyó Henry James y el aroma de los
sobrecogedores cuentos narrados al amor de la lumbre o en las tabernas,
alentados por el efímero coraje que infunde una jarra de cerveza o un vaso de
vino.
Una apasionante síntesis
de las tramas y argumentos que han hecho merecidamente famoso al terror más
clásico: escalofriantes cementerios, moradas tomadas por presencias tan
enigmáticas como obstinadas, angustiosos sanatorios mentales, fantasmales
conventos de insospechada sordidez, infaustos barcos hundidos… Ambientes, en
definitiva, opresivos y amenazadores, impregnada la desgracia en sus paredes.
Terrores que, como un sagaz no muerto, lejos de dejarse desorientar por las
encrucijadas, vuelven disciplinadamente, una y otra vez, para atormentarnos.
Esas mansiones pobladas
por sombras que la tímida luz de las velas se revela incapaz de combatir, que
perturban las despreocupadas existencias cómodamente instaladas en sus
distinguidos salones, nos demuestran que los ricos también temen. Si no debido
a la incertidumbre y las penurias cotidianas a las que las clases humildes se
ven sometidas y que ellos ignoran, al menos sí a causa de lo sobrenatural: de
esas fuerzas que a todos, nobles y villanos, igualan en una democratizadora
danza macabra. Y así, desnudos ante el espanto, indefensos ante peligros más
sobrecogedores que la muerte, quedamos hermanados en una frágil humanidad que,
por un momento, recrea un espejismo de equidad reconfortante para los más
débiles. Porque este género de terror a menudo protagonizado por los
privilegiados, consuela y redime a los necesitados ofreciéndoles esperanza… y
venganza.
Una rica antología que no
defraudará a los amantes del misterio y el terror más elegante. Una obra que
condensa la fascinación de los siglos pasados, el inconfundible aliento de
Edgar Allan Poe, Herman Melville, Ambrose Bierce, Mary Shelley, Bram Stoker,
E.T.A. Hoffmann o Théophile Gautier. Ese aliento que, con la muerte, tantas
veces ha dado la vida a autores y aficionados al género. Como una acogedora
isla, en medio de toda esa fría y prosaica racionalidad que nos asfixia, Siglo
de sombras
ofrece un remanso donde la pasión prevalece sobre el
intelecto y la ciencia se inclina ante la leyenda y el folclore.
Índice:
 Algo que
perdí
(L.G. Morgan)
 No le
pidáis nada, exigidle lo que os debe
(Óscar Pérez Varela)
 El sueño
de la momia
(Juan Ángel Laguna Edroso)
 Los
muertos viajan deprisa
(Alejandro Mathé)
 La llama
de vida
(Josué Ramos)
 La cena de aniversario
(Adrián Artiles Santana)
 Vals
(Marina Tena Tena)
 Cuentos
en la tormenta
(Enrique Cordobés)
 Vendrá
la muerte y tendrá tu rostro
(Salomé Guadalupe Ingelmo)
 La
sombra del Kraepelin
(Miguel Huertas)
 La cueva
(José Luis Cantos)
 Las
Recogidas
(Gema del Prado Marugán y Miguel Martín Cruz)

 Tempus fugit
(Víctor Villanueva Garrido)

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