Nuevas políticas para el desarrollo de colecciones

El panorama de las colecciones de las bibliotecas en Bogotá que presenta el informe Libros y Educación, de la Universidad del Rosario, no es alentador. La Universidad de Harvard, el ejemplo de más contraste, cuenta con un promedio de 17 millones de libros, entre recursos físicos y electrónicos, mientas que la universidad bogotana que tienen mayor número de ejemplares, la Universidad de los Andes, cuenta con 400.000 libros. La Biblioteca Nacional, por ejemplo, tiene un total de 3’921.763 y la Luis Ángel Arango 1. 248,186. 
Con una inversión de 5 mil millones, la colección de Bibliored pasó de contar con 542 mil volúmenes en 2011 a 620 mil en 2014 ( un aumento del 14.4 %) en libros de papel, cumpliendo la meta fijada por el Plan de Inclusión en la Cultura Escrita, establecido en 2011. En lo concerniente a recursos digitales la colección presenta un salto importante que demanda una movilización también de soportes digitales, promotores expertos, calidad de la conectividad y oferta de producción nacional para lograr una acción equilibrada en el contexto distrital. En efecto, de 6 bases de datos, se pasó a 20 bases de datos y a contar con cerca de 10 millones de recursos digitales puestos a disposición de la ciudadanía a través del sistema de afiliación. Libros, revistas, música, cursos de lenguas, juegos, películas y documentales, conforman la oferta. La Biblored trabaja en la construcción de lineamientos de política de adquisiciones que logren un equilibrio entre diferentes criterios como los de preservar la bibliodiversidad y la edición alternativa (en Bogotá ésta es garantizada principalmente por pequeñas editoriales que trabajan en papel) y el impulso a alianzas para compras y para producción nacional de libros y recursos digitales que atiendan los gustos, particularmente de la juventud, en la era digital. La Biblored tiene por vocación ocuparse de difundir el placer de la lectura y la cultura escrita en sus diversas modalidades, así como propiciar la socialización y el dialogo de los saberes entre el ciudadano corriente y con este objetivo se construye su colección. El reto es muy importante si se piensa que la inversión en adquisición de libros y recursos (digitales o de papel) solo representa el 7% del presupuesto general de la Biblored.

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