Palabras de Luis Fernando García Núñez en la noche de Libros & Letras

No. 6.177, Bogotá, Domingo 30 de Septiembre del 2012 
Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar. 
Antonio Machado 

“Mientras unos dan plomo, nosotros damos pluma” 
Jorge Consuegra. 

El IX Premio Nacional de Literatura Libros y Letras 2012 

Palabras de Luis Fernando García Núñez en la noche de Libros & Letras 

27 de Septiembre de 2012 

Estamos cumpliendo hoy las bodas de arcilla o de barro, es decir, nueve años de entregar un premio que, como creo que lo he dicho nueve veces, tiene una especial connotación en la cultura colombiana. Solo habría que sumarle a lo dicho en los años pasados, que ya el Premio es un hecho de obligatoria ocurrencia en los septiembres, y que los escritores y las escritoras nominados hacen ya parte del devenir de la literatura colombiana. Ahí está en las constantes citas de quienes se dedican a la historia de las letras contemporáneas de este país. Y ahí está la obra de quienes lo han ganado antes. Solo recordemos el nombre de los anteriores laureados: Germán Espinosa, David Sánchez Juliao, Manuel Zapata Olivella, Rafael Humberto Moreno Durán, William Ospina, Laura Restrepo, Jairo Aníbal Niño y Mario Mendoza. Y, quizás, reiterar que este Premio no es una decisión de un pequeño comité de expertos, ni es una decisión de un grupo de periodistas, ni de sabios lectores o críticos de novelas o de otros libros. Ni siquiera es una decisión de editores aventajados o de libreros ricos, y sé que cometo un desliz semántico-económico cuando digo librero y rico. 
Este premio es, pues, una providencia de quienes llegan a las páginas de un Boletín que lleva 6174 números que han sido leídos por miles, cientos de miles de personas, que buscan en esas páginas la más diversa y positiva información cultural que se pueda dar en Colombia. Es única porque es de todos los días, a pesar de todo, de los traquetos, de los corruptos, de los mentirosos, de los comunistas y de los anapistas. Llueva o truene don Jorge Consuegra y su equipo, como en una misión evangélica sin procurador, van sumando los votos que llegan a las páginas del Boletín y se va formando la lista de los autores y autoras que gozan del favor popular. Sí, de un público, que como el que está aquí, lee y piensa. Y escribe y se arriesga y vota por sus autores preferidos. Y vota por ellos y se entusiasma. Miles de votos llegan, primero para hacer la selección y luego para elegir a los seleccionados. No es un acto democrático, al viejo estilo de las democracias occidentales, incluida la gringa, ¡no! Aquí no se ganan millones de pesos, ni se alcanza ningún puesto público. Aquí se alcanza un inestimable premio, que tiene interés para un grupo de colombianos y extranjeros que buscan en la novela, en el cuento, en la poesía, en el teatro un campo sin minas, sin falsos positivos, sin trampas. 
Luego, por iniciativa de editores y libreros, se sumó a esta entrega el Premio al mejor libro colombiano de no ficción y de ficción, que este año llega a su VI versión. 
Este año los libros escogidos fueron el de ficción La luz difícil, de Tomás González, y de no ficción ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? De Iván Gutiérrez
Volviendo al Premio Nacional de Literatura los diez escritores seleccionados por nuestros lectores en el primer paso, efectuado entre septiembre y diciembre de 2011, fueron Juan Carlos Garay, Jorge Franco, Juan Álvarez, Fernando Soto Aparicio, Antonio García, José Luis Díaz Granados, Sergio Álvarez, Tomás González, Juan Gabriel Vásquez, Evelio José Rosero. Todos nombres vitales para la literatura colombiana y latinoamericana. Ellos representan en esta singular entrega de premios, aquí en el Gimnasio Moderno, en este icono de la cultura colombiana del que tenemos pocas palabras para agradecerle su gesta extraordinaria, a una larga lista de creadores, de constructores de mundos imaginarios, a ellos y ellas que nos permiten horas de éxtasis, de tranquilidad, de libertad. Imaginen ustedes, amigos y amigas de Libros & Letras, un mundo sin libros, una Colombia azotada por tantos dolores sin Cien años de soledad, sin La vorágine, sin Rosario Tijeras, sin La nostalgia del melómano, sin Mientras Llueve o Puerto Silencio, sin Recursos humanos, sin Las puertas del infierno o El laberinto, sin 35 muertos, sin La luz difícil o La historia de Horacio, sin El ruido de las cosas al caer, sin C. M. no récord. ¿Podremos suponer un mundo sin Víctor Hugo, sin Tolstoi, sin Chéjov, sin Hemingway, sin Borges, sin Cortázar, sin Tagore, sin Cervantes, sin Mishima, Kawabata y Murakami, sin los Dumas, o sin Salgari o Dickens, sin Proust
En cambio creo que podríamos vivir tranquilamente sin el recuerdo de la reina Victoria, o sin el recuerdo de los borbones o de los Austrias, o de Rafael Núñez, o de los López, o los Ospinas, o los Kennedy. No habría mayor problema creo. Quizás tendríamos un mundo mejor. Solo iríamos a los museos y a conciertos, y la historia sería realmente humana, sabia, ejemplar. Pero claro, es otra utopía, como tantas otras en las que a veces pensamos los humanos. 
Para terminar estas palabras quiero decir que el galardonado por los lectores de Libros & Letras del 2012 es un maravilloso narrador. Así lo dicen obras suyas como Los almuerzos, Los ejércitos, La carroza de Bolívar. Él es Evelio José Rosero Diago. Sus libros son la mejor tarjeta de presentación y a ellos los remito, para seguir palabra tras palabra su mundo, su extraordinario mundo. Poco más tengo que agregar, solo decir que Evelio José Rosero es también un ser humano formidable. Es un portentoso escritor y este año nuestros lectores lo llaman a recibir este simbólico Premio y nosotros complacidos lo entregamos con una nota más para agregar aquí y es la alegría que significa para todos. Luego, hacemos una petición colectiva porque nuestro director, el periodista Jorge Consuegra, nuestro protector y el eje de esta actividad, el cerebro de la conspiración que es Libros & Letras, se recupere prontamente de sus achaques de salud. Lo queremos aquí con nosotros, con todos, lo requerimos, pues su voz, su talento, su transparencia son motivos más que suficientes para saber que esta batalla de todos los días, de todos los años es una batalla hermosa, como deberían ser todas las batallas de la vida. Evelio José, este lugar es suyo.

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