Por: Marco Polo.
El 23 de Abril de 2011 nos reunimos en “La Mistela”, una cabaña a la orilla de la represa de Betania, con el profesor, Filólogo y escritor José Libardo Medina, con quien nos habíamos conocido en los años 80 en Neiva, en un improvisado taller de Literatura, en el que nos leíamos los textos que iban saliendo con la indisciplina del calor.
Esta vez lo hicimos para llevar a la realidad una idea que me persiguió por cerca de cuarenta años. Hacer un “libro” donde no solo se escuchara la voz del escritor, sino también donde apareciera con su gesto vivo.
Era el libro multimedia, que concreté en el Blog Literatura y Mistela que se inicia con él leyendo su poema “Sin pies” ganador de un concurso. Otros amigos nos acompañaron ese día, Vicente Trujillo, Luis Ignacio Murcia, Pastor Polanía, Ruth Benavides, y Lis, y Jesús Campo Ramón.
Luego el maestro José Libardo Medina como buen gramático, fue corrector de estilo de Armas de juego, mi novela y pudimos departir otra vez desde el aroma de la tinta en el papel. Es posible que la idea que desarrollé estuviese destinada a dar testimonio de muchos escritores desconocidos. Hoy compruebo que sirve además para ayudarnos a mantener la memoria .
Sus libros contienen ese hombre de barro y poesía que fue Libardo Medina.
Rebelde siempre, irónico, irreverente buscó en la palabra la verdad y todo lo dijo con un dejo de alegría, de sorna, hasta donde la amargura no alcanzara a enturbiar su palabra. Siguió la ruta de los clásicos y los bajó del pedestal, para poder manejarlos con el bisturí de su interpretación siempre dirigida al pueblo, a sus alumnos, a la reinterpretación que siempre nos lleva al aprendizaje.
Así dice en uno de sus libros, “Así fue Troya”.