Por: Alfonso Lobo A. “Lobito”/ Bogotá. Crees en Dios, tienes fe en
Dios, confianza en Dios, pero te preocupas, te angustias, te llenas de temor,
te deprimes, te afanas… ¡No puede ser! Es contradictorio tener confianza y
preocuparse. El fuego y el agua no pueden ir juntos, porque el agua apaga el
fuego o el fuego evapora al agua. La luz y la oscuridad no van juntas, nunca
pueden estar al mismo tiempo en el mismo lugar, porque la una es la ausencia de
la otra. La luz es la ausencia de la presencia de la oscuridad y la oscuridad
es la ausencia de la presencia de la luz. La luz disuelve la oscuridad. La fe
verdadera en Dios disuelve las preocupaciones.
Dios, confianza en Dios, pero te preocupas, te angustias, te llenas de temor,
te deprimes, te afanas… ¡No puede ser! Es contradictorio tener confianza y
preocuparse. El fuego y el agua no pueden ir juntos, porque el agua apaga el
fuego o el fuego evapora al agua. La luz y la oscuridad no van juntas, nunca
pueden estar al mismo tiempo en el mismo lugar, porque la una es la ausencia de
la otra. La luz es la ausencia de la presencia de la oscuridad y la oscuridad
es la ausencia de la presencia de la luz. La luz disuelve la oscuridad. La fe
verdadera en Dios disuelve las preocupaciones.