Otra nota al pie. Cassiani: un acercamiento a lo primigenio en la narrativa de Octavio Escobar

Cassiani: un acercamiento a lo primigenio en la narrativa de Octavio Escobar.

“Es hora de olvidarse de abominaciones y males, y de disfrutar 

de las pocas cosas gratas que todavía me puede brindar esta 

sorpresa que llamamos vida: un buen trago, el diálogo con un amigo” 

Kike en Cassiani.

Por: Alejandro Arango Agudelo (@alejorangodelo)


Aunque puede sonar algo descabellado, en la obra de Octavio Escobar aparece lo sobrenatural, entre las calles de una Manizales cotidiana como la encontramos en Destinos intermedios (2010), Cielo parcialmente nublado (2013), Después y antes de Dios (2014), El mapa de Sara (2016) o incluso en Cada oscura tumba (2022), en donde la ciudad es Bogotá, se pueden encontrar leves avistamientos de algo que está por encima de lo natural: enfermedades mentales, sicarios con delirios de grandeza, sacerdotes estafadores, o la visión surreal de la muerte como un juego de niños. En otros relatos como La posada del almirante Bembow (1997), De música ligera (1998), Hotel en Shangri-la (2004) o el laberíntico Mar de leva (2018), existen homenajes a escritores de ultratumba que, aunque ya no están en este mundo, dejan su impronta en la narrativa de este escritor.   

Pero, existen dos libros en donde lo ultramundano y lo paranormal toman una supra- conciencia, en donde el hálito de la muerte, la demencia y la oscuridad original reclaman atención más profunda por parte de los lectores desprevenidos. El primero de ellos es El último diario de Tony Flowers (1998), en donde se realiza un homenaje directo a H.P. Lovecraft1Escritor americano, Howard Phillips Lovecraft nació en 1890 en Providence, Rhode Island, y falleció en la misma localidad en 1937. Lovecraft desarrolló una mitología propia dentro del género del terror, siguiendo una corriente de terror cósmico materialista muy alejada de las vertientes tradicionales del género. Sin embargo, fue relativamente desconocido en vida, dándose a conocer de manera póstuma gracias a la difusión de su obra por parte de amigos y conocidos., adentrándose en las visiones angulosas, mustias y paralizantes que caminan raudas en las narrativas de este escritor. En esta novela, construida en forma de entradas como un diario, se conjugan de manera misteriosa y un poco a la usanza de Manuel Puig, los pies de páginas explicativos para aclarar ideas del texto, un artificio complejo, puesto que intervienen varios narradores en off, uno de ellos el protagonista, otro el editor y otro más, el escritor real de la propia novela. 


Octavio Escobar Giraldo, escritor colombiano (foto: Periodismo sin afán)
Octavio Escobar Giraldo, escritor colombiano (Foto: www.periodismosinafan.com)

Esta historia no pasaría de ser más que una curiosidad dentro del espíritu de la escritura mal llamada postmoderna, movimiento al que varias veces quisieron vincular a Escobar, de no ser por la extraña influencia borgiana en donde autores inexistentes hacen tratados sobre obras irreales, o el hecho de como cada capítulo construye un camino que desciende a la locura abriéndose a una fantasía. En donde los mitos de Hazel Heald (cuentos reescritos por Lovecraft) empiezan a permear el relato con nombres como: “La momia de la que trata el relato es un sacerdote de un continente hundido en el Pacífico que se enfrenta al dios Gatha Notoa2Gatha Notoa es un dios ficticio de los mitos de Cthulhu que aparece en el relato más allá de los eones datado en 1935. Este dios pertenece junto con Abhot a Atlath-Nacha, Zahr Ybb-Tstll, Dagon, Hydra, Glaai, Daoloth, y otros tantos a los dioses menores que se encuentran por debajo de los primigenios y de los dioses exteriores.… está recluido en las criptas de la fortaleza construida por los crustáceos gigantes de Yuggoth3Fungi from Yuggoth es una secuencia de 36 sonetos del escritor de terror cósmico H. P. Lovecraft. La mayoría de los sonetos se escribieron entre el 27 de diciembre de 1929 y el 4 de enero de 1930., en la cima del monte Yaddith-Go4Yaddith, “de las pesadillas” es un planeta extrasolar introducido en A través de las puertas de la llave de plata en 1932- 1933. Este mundo alguna vez albergó a los nug-soth., en Mu5El continente hundido de Mu es una ubicación recurrente de Los Mitos de Cthulhu entre 1921 y 1935. Aparece como entorno destacado en Más allá de los eones en 1935.|, y cuando el continente perdido emerge del mar, se extiende amorfo por la cumbre y las laderas, y convertiría todo en piedra si no le realizaran sacrificios humanos” (Escobar, 2017, p. 84).

En este texto se realiza una entrevista imaginaria y de ultratumba a H.P. Lovecraft, en donde se aclaran algunos de los motivos de su escritura y luego en la misma narración aparece el hongo que absorbe todo lo que queda en el resto de la vida del protagonista. Los cultos sin nombre, una mujer misteriosa y sensual, descripciones sobre estados mentales desbordados y febriles, terminan con una plaga de polvo paranormal mezclado con una ceremonia en honor a Gatha Notoa en donde Tony Flowers desaparece cayendo desde un balcón a su propio delirio: “un paisaje de insectos bajo la luna, el agua rompe. Espuma. Como la nieve en Nebraska. Busco el vacío. Abrazo el diario. Desde aquí el Pacífico es blanco. Fuego. Saltar. Huir. Dejar el gris. Puedo vencer a la Gorgona. Voy hacia tu música. Arde Bill. Oigo tu música. El Pacífico es blanco” (2017, p. 145).

En Cassiani (2023), desde el comienzo, se realiza un dialogo con el más allá, “Roberto Vélez Correa, Orlando Sierra Hernández y José Fernando Calle Trujillo mirarían con reservas este libro, ¿cómo no extrañarlos?” (2023, p. 8). En esta invocación se encuentra el dialogo con lo incorpóreo y los recuerdos que conforman la literatura; la Bogotá de este libro es inexistente, intangible y además condenada a su extinción en sus últimas páginas. Desde el principio, a diferencia de otros autores enamorados de la ciencia ficción, del retrofuturismo, el Cyber, el Neo, el Steam, todos punks, esta novela que supura géneros mezclados entre el cine, la narrativa policiaca, la crítica social y la distopía, no se han percatado del trato tácito con la muerte y la desesperación que posee Cassiani. 


Portada del libro Cassiani de Octavio Escobar Giraldo
Portada del libro Cassiani de Octavio Escobar Giraldo

En línea con otros textos del escritor manizaleño, esta novela en su subfondo nos habla de una reflexión política en una Colombia enajenada, no sólo por la versión de las ideologías políticas, los bandos musicales (Balvinos, los K-rockers o los Duolípedos), los enfrentamientos de espías y agentes; existe en este caso la ampliación del universo de Lovecraft, el cual se desdibuja desde las primeras páginas, pues la vacuna para el virus que azota a esta Bogotá decadente es creada en la Universidad Miskatonic6La Universidad de Miskatonic es un entorno que aparece frecuentemente citado en los relatos de Los Mitos de Cthulhu. Hizo su debut en la serie de relatos Herbert West: Reanimador. Nacida como «Instituto Miskatonic», tras pasar una época de crisis resurgió y fue revigorizada en 1690 cuando el capitán de barco Jeremiah Orne falleció, ya que este había dispuesto en su testamento que su colección sería donada a la institución. Gracias a este impulso, consiguió un gran poder y prestigio, que utiliza para incentivar proyectos de investigación y financiar expediciones a lugares remotos, como la expedición a la Antártida que dio lugar a los sucesos descritos en el relato En las Montañas de la Locura en 1931 y luego en 1936., la que aparece en los cuentos y relatos del escritor estadounidense. Esta se encuentra en la ciudad de Arkham, Massachusetts, a orillas del río ficticio Miskatonic, del cual toma su nombre. Su lema es: «Ex Ignorantia Ad Sapientiam; Ex Luce Ad Tenebras» (De la Ignorancia a la Sabiduría; de la Luz a la Oscuridad) y esto encaja perfecto en la novela, ya que, en los túneles oscuros de esta ciudad derruida, se encuentra el conocimiento de lo terrible. 

El mundo de esta universidad se refleja en el doctor Obed Marsh II, el nieto de Obed Marsh, el cual fue el jefe de una gran familia de Innsmouth (lugar en donde funciona ahora el laboratorio de su nieto). Esta ciudad fue fundada en 1643 y para 1828 ya en ella funcionaba una única flota que todavía usaba esas rutas marítimas. Este hombre trajo en 1840 un culto proveniente de la Polinesia, al que llamó la Orden Esotérica de Dagón, así la economía de este pueblo cambió, pues todos le debían algo a las antiguas deidades y ellas exigían una total devoción. Tan grave era este asunto, que estos seres exigían sacrificios humanos y la aceptación de relaciones no biológicas con ellos, dando como resultado la procreación de híbridos, aunque según la mitología de Lovecraft, en 1927 son descubiertos y esta secta enmascarada es erradicada, así pues, cae y hace que el pueblo desaparezca aparentemente. 

La anterior progenie maldita resurge en Cassiani, pues el gobierno de este mundo “invitó a Obed Marsh II a Santa Fe de Bogotá́, para presentarlo como una especie de superestrella. Si bien hablaba poco en las entrevistas, lo hacía con aplomo, y su presencia era impactante” (p.56). Es desde esta intromisión donde la maledicencia Lovecraftiana hace lo suyo, pues es la vacuna, creada al lado del rio Manuxet7Este río cruza Massachusetts, y termina en el mar, en las costas de Innsmouth. Es posible que el nombre provonga de palabras del lenguaje algonquin. Aparece de forma clara en el relato de Lovecraft La sombra sobre Innsmouth, (1931-1936)., la que engendra una afección que recae en las niñas sepia, seres extranaturales que al ser vacunadas recibieron poderes únicos de mimetismo, una característica de estos “moluscos marinos que rara vez superan los cuarenta centímetros y que poseen diez tentáculos con ventosas, dos más largos que los otros ocho. Gracias a que en su piel hay células que dispersan la luz o la reflejan de manera condicionada, imitando bordes y contrastes, tienen una increíble capacidad para el camuflaje.” (p.56).  

Incluso para continuar en este mundo ampliado de Lovecraft, Escobar trae a Tony Flowers junior (siguiendo con el universo del libro El último diario de Tony Flowers). Así en “Las cien verdades sobre las niñas sepia” (p.58) habla de ellas como seres comparables  a zombis, vampiros, y obvio, calamares gigantes (alusión clara a los seres primigenios), y en  “libros tan disímiles como Las profecías, de Nostradamus, o el Necronomicón8El Necronomicón (en griego: Nεκρονομικόv, en árabe: العزيف es un grimorio ficticio creado por H.P Lovecraft mencionado por primera vez en el cuento La ciudad sin nombre (1921), donde también se indica que su autor fue el “árabe loco” Abdul Alhazred, un seudónimo empleado por este desde su infancia., y fantasiosos documentos reservados de la CIA” (p.59), también aparecen referenciadas. Según la novela en Colombia habían menos de trescientos casos, estas hijas de altos funcionarios del gobierno que cayeron en la trampa del Doctor Obed Marsh II, son las encargadas de traer la hecatombe a esta Bogotá delirante. Ellas en realidad son unas niñas que intentaron  ser reclutadas como espías, cosa que no lograron.  

Así entonces Selene9Selene es un nombre propio femenino de origen griego Σελήνη que significa Luz de Luna. Viene de la palabra Selas griego Σελας que quiere decir: luz, brillante, resplandeciente y siempre se le atribuye al astro lunar., Yahaira10Yahaira es un nombre de mujer de origen Biblico (Hebreo) y significa la que brilla, brillante., Nereida11Nereida es un nombre de mujer que  (en griego Νηρείς, Νηρείδες o Νηρηίδες, «hija de Nereo») eran las cincuenta hijas de Nereo y de Doris. Eran las ninfas del mar en calma. y Dafne12Dafne es un nombre de mujer que deriva del nombre griego Δάφνη (Daphne), que quiere decir “Laurel”, es una ninfa amada por Apolo que un día juró no pertenecer jamás a ningún varón.,  pertenecientes a las últimas Niñas Sepia vivas, conducen a los protagonistas de esta novela a lugares sacados de la narrativa oscura de Lovecraft,  “La puerta de tablones de madera daba acceso a un patio enclaustrado muy amplio. Lo limitaban tapias altas, protegidas por un alero de tejas envejecidas. Cuatro gradas formaban una especie de anfiteatro central, del que partían senderos hacia las dos esquinas del jardín y un acceso ancho hacia la sombría casa colonial, de techo empinado y chimenea lateral, en la que el segundo piso parecía ocupado por una sucesión de habitaciones” (p.101). 

La anterior es la descripción de la casa de las niñas Sepia, un antiguo convento carmelita, en el cual viven 14, y de acuerdo a su naturaleza, recrean ritos que evocan al pasado de la propia Insmouth, según sus propios designios, impresos en la maldición de la vacuna. La voz narrativa parece un extracto de algún libro del hijo de Providence, “Desnudas, sus pieles convertidas en una especie de continuación de la lluvia que caía sin clemencia, formaban dos rondas que oscilaban al ritmo del canto, de esa letanía que yo escuchaba desde hacía un buen rato. El cielo, muy oscuro, parecía derramarse en ellas, mientras la tormenta cruzaba rayos en las altas capas de la atmósfera” (p.132). Todo aunado a una pesadilla en donde las voces primigenias se alzan como un coro a los seres de otra dimensión: “Yo era la ofrenda final, el último requisito para cumplir con un conjuro antiguo que dejaría en libertad una fuerza descomunal que no podía calificar más que de maligna” (p.134). 

Las elucubraciones del texto llevan a un éxtasis en el cual los protagonistas se ven envueltos en el caos, lo que es otro homenaje a Lovecraft. Este suceso hace que su lectura evoque a la perdición, a lo sobrenatural y a la muerte. Al final quedan muchas dudas y en Cassiani retumban estas lúgubres revelaciones: “Hay seres que estaban aquí́ antes de que los seres humanos nos pusiéramos en pie. Son los verdaderos dueños de la Tierra. Nosotras tenemos contacto con ellos, queremos tenerlo, necesitamos tenerlo —enfatizó—. No voy a revelarles nada más.”  (p.141).

Bibliografía. 

Escobar, O. (2023). Cassiani. Editorial Planeta.

Escobar, O.(2017). El último diario de Tony Flowers. 5ed. Editorial Universidad de Caldas.

Cassiani: un acercamiento a lo primigenio en la narrativa de Octavio Escobar.