Por: Helena Manrique. La versoterapia, está siendo
aplicada con éxito en Stratford Upon Avon (Reino Unido), a pacientes con el mal
de Alzheimer. Ha mejorado la calidad de vida en ancianos deprimidos y olvidados
por sus familias. Cerca de 800.000 personas son recreadas por lectores
voluntarios para leer versos. En la antigua Grecia, la poesía se acompañó de la
lira, de ahí la poesía lírica. «Es maravilloso cuando se te suman para
acabar un verso», dijo Ana Wright, actriz de 81 años del Royal
Shakespeare Company, quien colabora leyendo textos. «La poesía no cura la
senilidad, pero tiene el poder como la canción, de devolver la confianza a los
pacientes y crear un lazo entre generaciones», afirma el enfermero Dave
Bell. Ancianos, quienes no habían musitado ni una sola palabra desde su ingreso
a la institución, ya hablan y lo más importante recuperaron la alegría. En
Colombia deberíamos seguir este ejemplo, convocar lectores voluntarios, porque
algún día todos seremos viejos si es que el destino lo permite. Ser anciano no
es estar medio muerto ni desahuciado, es un ciclo cumplido; pero aún se
respira, aún se siente, aún se alegra, pero lo más importante aún se vibra con
un verso, una melodía, un ritmo, un abrazo, o un sencillo, te amo.La Poesía es la palabra
embellecida.
aplicada con éxito en Stratford Upon Avon (Reino Unido), a pacientes con el mal
de Alzheimer. Ha mejorado la calidad de vida en ancianos deprimidos y olvidados
por sus familias. Cerca de 800.000 personas son recreadas por lectores
voluntarios para leer versos. En la antigua Grecia, la poesía se acompañó de la
lira, de ahí la poesía lírica. «Es maravilloso cuando se te suman para
acabar un verso», dijo Ana Wright, actriz de 81 años del Royal
Shakespeare Company, quien colabora leyendo textos. «La poesía no cura la
senilidad, pero tiene el poder como la canción, de devolver la confianza a los
pacientes y crear un lazo entre generaciones», afirma el enfermero Dave
Bell. Ancianos, quienes no habían musitado ni una sola palabra desde su ingreso
a la institución, ya hablan y lo más importante recuperaron la alegría. En
Colombia deberíamos seguir este ejemplo, convocar lectores voluntarios, porque
algún día todos seremos viejos si es que el destino lo permite. Ser anciano no
es estar medio muerto ni desahuciado, es un ciclo cumplido; pero aún se
respira, aún se siente, aún se alegra, pero lo más importante aún se vibra con
un verso, una melodía, un ritmo, un abrazo, o un sencillo, te amo.
embellecida.